Drones útiles para la agricultura
Tuxtla.- Hoy en día, los drones tienen múltiples aplicaciones, sin embargo, cada vez se descubren las más útiles a nivel local, y un ejemplo de ello es “Tach: tecnología de aerocontrol para hortalizas chiapanecas”, desarrollado por alumnos y egresados del Tecnológico Nacional campus Tuxtla.
Este proyecto consiste en un servicio de fumigación y fertilización con drones, que les valió pasar a la etapa nacional del Evento Nacional Estudiantil de Innovación Tecnológica (ENEIT) 2018 en Villahermosa, Tabasco, destacando entre más de 140 proyectos, de los cuales solo 14 competirán por el primer lugar del 12 al 16 de noviembre, en Chihuahua.
Un proyecto chiapaneco
Johnny Alberto Díaz, alumno de séptimo semestre de Ingeniería en Electrónica, nos explica que consiste en un proyecto de innovación y fumigación con drones, donde cada uno de estos gadgets, que son ensamblados y programados por ellos mismos, soporta una carga útil de 10 litros.
Por su parte, Marisela Gómez Ramos, que cursa noveno semestre, explicó que con este proyecto se puede fertilizar o fumigar media hectárea en 20 minutos, elaborados con fibra de carbono y aluminio para aviones. “La batería dura 20 minutos, una vez que termina la ruta de vuelo regresa al lugar de origen, se cambia la batería, se recarga el líquido y vuelve al punto donde estaba para seguir fertilizando”, señaló.
El fin es introducir la tecnología al campo agrícola para impulsar su desarrollo, a la vez de evitar o reducir significativamente el contacto del jornalero con agroquímicos, que provoca tantos casos de cáncer por la exposición a ellos.
Actualmente, ya se realizaron pruebas de fumigación en plantíos de café y caña en Tapachula, con resultados favorables, por lo que pronto podrían entablar pláticas con empresas y productores chiapanecos para colaborar con ellos.
Casi listo para el mercado
La ingeniero Nayeli Alcubilla Ramírez, asesora externa del proyecto, señala que en este punto el dron es funcional, pero pueden realizar mejoras, por lo que es bastante factible montar una empresa especializada en este tipo de fumigaciones –el punto no es la venta de drones-, y ya tienen contacto con algunos agricultores.
“Con este proyecto se reducen los tiempos de fumigación a mano, pues en vez de ocupar a tres jornaleros durante unas 8 horas, un dron realiza el mismo trabajo en una hora”, mencionó.
Otra de las ventajas es que se puede facturar o comprobar fiscalmente, cuando el pago de un jornalero no; si bien en este último caso se pagan de 100 a 150 pesos por trabajador, se requieren dos o tres de ellos para realizar el trabajo, lo que representa unos 500 pesos.
En tanto, el uso del dron representa unos 400 pesos por hectárea, mucho más accesible y práctico que una avioneta, por ejemplo, que además presenta limitaciones como estar cerca de una pista, y cuesta unos mil 500 pesos por hectárea.
Cabe señalar que para este proyecto, han contado con el apoyo y financiamiento del Tecnológico Nacional de México, el Conacyt y otras instancias, por lo que calculan que para producir cinco drones funcionales, se requiere en promedio medio millón de pesos.
Un proyecto con futuro
Joaquín Domínguez Zenteno, maestro en Ingeniería Electrónica y asesor del proyecto, señala que este es el producto de mucho trabajo, tan solo en el Tecnológico Nacional, lleva cinco años trabajando con drones, que cada vez tienen más y mejores aplicaciones.
Lo que buscan es la aceptación de la gente y convencer a los usuarios de su eficacia, cosa que están logrando después de pasar por diferentes fases para obtener el pase a la nacional.
“Primero tuvimos la etapa local donde competimos entre menos de 10 equipos, luego a nivel sureste y ahora vamos al nacional, en este evento participa una variedad de aplicaciones, la principal es que desarrollemos tecnología que resuelva una necesidad, aunque no necesariamente sea del mismo ramo”, puntualizó.
