Letra muerta, la Alerta contra la Violencia de Género
Tuxtla.- Karen Dianne Padilla, representante de la organización “Iniciativas Feministas”, lamentó que la Alerta contra la Violencia de Género (AVG), activada a finales de noviembre del año 2016, se haya quedado en “letra muerta no solo en Chiapas, sino en las otras entidades donde también la echaron a andar”.
Consideró que las instancias de justicia en el estado “maquillan las cifras reales” para pintar una realidad distinta, “viven en una pequeña burbuja, y solo veamos el último caso de una madre e hija asesinadas en la carretera de Bochil, y seguimos sin saber lo que en realidad sucedió. No hay seguimiento a los casos. Mucha opacidad”.
Criticó el poco interés y la falta de capacidad para investigar los feminicidios y el seguimiento que se les debería de dar, “que es lo más lamentable, no hay voluntad de que esto cambie, y las mujeres seguimos siendo vistas como ciudadanas de segunda, a pesar de que más de la mitad de la población chiapaneca somos mujeres”.
Para ella, esta problemática es grave, “y que nos quede claro que el feminicidio es el producto de una sociedad que no valora a las mujeres, y las instituciones son las primeras en no valorarlas, y en cambio las revictimizan y hacen que los procesos de justicia sean penosos, complicados, y creo que eso se refleja hoy en los altos índices de violencia”.
Basada en un estudio reciente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Karen Dianne lamentó que el peor lugar para vivir en el Continente Americano sea el propio hogar “¿qué está pasando ahí? ¿Qué están haciendo para que esas mujeres sean bien atendidas en las instancias de procuración de justicia?”.
Evidenció que se ha erogado demasiado presupuesto en capacitación de policías o ministerios públicos y a la fecha, al menos en Chiapas, los resultados sean nulos; “algo está pasando ahí, por eso es necesario de que las autoridades acepten que se equivocaron y que comiencen a rediseñar todo”.
Por ello, sugirió que quienes ocupen los cargos en las procuradurías o fiscalías sean personas con vocación, sensibles a los problemas y no recomendadas, porque de otra forma seguiremos en las mismas condiciones: sin hacer justicia y dejando libres a feminicidas incluso confesos, como ya ha sucedido en este sexenio”.