Outsourcing, subcontratación que “lacera” a trabajadores
Tuxtla.- Carlos Conde Ramírez, experto en materia de derecho laboral, lamentó que en México no se estableciera una ley secundaria para regular el outsourcing como sucede en otras partes del planeta, “y no existe en las legislaciones hacendaria, de seguridad social ni en las actas constitutivas de sociedades mercantiles”.
Criticó que en la última reforma laboral “a nuestros legisladores se les acabara el léxico español y metieran, dentro de una Ley Federal del Trabajo, un término anglosajón que, para muchos, está en un entendido que se trata de una subcontratación, pero esta última también existe como una figura jurídica y como una relación laboral en la propia ley de la materia”.
Lo que los legisladores hicieron al incluir dicho término, consideró, era mandarle un mensaje a los inversionistas extranjeros, “porque hay que decirlo: en muchas partes del mundo existe el outsourcing, pero está bien reglamentado por hora, por día, por semana, gastos médicos”.
Ante este panorama, refirió que quedaron “grandes lagunas legales” para que cada quien haya hecho lo que más les convenía, “de hecho se empiezan a constituir empresas de membrete, o lavadoras de dinero, y una persona constituye tres o cuatro empresas por sí misma, de diferentes giros o servicios con una figura que tiene establecida la Sociedad de Acciones Mercantiles, con esa misma perspectiva, pero nunca especificaba que se trataba de una outsourcing”.
Lo más lamentable, agregó, es que hay “mucha ignorancia” por parte de los empresarios, quienes son convencidos de forma fácil porque les prometen que serán librados de compromisos con el personal subcontratado, “entonces no se firma un contrato de prestación de servicios, pero como lo desconocen o les conviene omitirlo, no les importa la forma en captar trabajadores, a quienes no les brindan un sueldo fijo, sino que se los modifican cuando un patrón cuenta con dos o más negocios de diferentes giros”.
De esa manera, destacó que interrumpen la relación laboral y la antigüedad del empleado, y lo peor es que no le dan de alta en el Seguro Social, “y eso le dificulta al trabajador que busque demandar, porque no está definido quién es su patrón, quién le paga, o si existe la relación laboral, por lo que quien queda en indefensión es el trabajador”.
Entonces, aseveró que las outsoucings para lo único que han servido es para evadir compeomisos fiscales, de seguridad social y evitar responsabilidades en el aspecto laboral: ya sea una indemnización o una liquidación por despido injustificado”.
Por ello, llamó a los nuevos gobiernos tanto locales como federales a revisar esta situación, “el outsourcing no está mal para nuestra economía globalizada, sino que el problema, insisto, es que no fue reglamentada de forma correcta. Por eso es necesario que los legisladores chequen a cada una de las empresas, porque así como fue importante implementar la Ley Antilavado, de la misma manera este tema es muy importante, porque hablamos de una gran evasión ante el Seguro Social”.