Protesta de los "chalecos amarillos" pierde fuerza
París. Unos 66 mil franceses participaron en la quinta jornada de protestas organizadas en toda Francia contra las políticas fiscales del gobierno y el aumento del costo de la vida, marcada por una menor participación y menos actos violentos.
La cifra fue muy inferior a la del sábado pasado, cuando 126 mil personas se manifestaron por toda Francia, en una jornada marcada por numerosos disturbios y dos mil detenidos en todo el país.
El Ministerio del Interior reportó al final de las marchas, que las principales manifestaciones se llevaron a cabo en las ciudades de Burdeos, en el suroeste; en Toulouse, en el sur, y en París.
En la capital francesa al menos tres mil personas se manifestaron, una cifra menor que en otras ciudades y muy inferior a la del fin de semana pasado en la que se estimó que diez mil personas se manifestaron en esta ciudad.
En la llamada "Ciudad luz", los autodenominados “chalecos amarillos” se enfrentaron este sábado con la policía en algunos puntos de la capital, en la que fueron desplegados más agentes que manifestantes, alrededor de ocho mil, con vehículos blindados y policía a caballo incluida.
Según el balance final, la policía detuvo en la capital francesa a 168 personas y siete resultaron lesionadas en los enfrentamientos entre policía y manifestantes, que se concentraron en la Avenida de los Campos Elíseos y en la Plaza de la Opera, principalmente.
Por la mañana se produjo un accidente de tránsito en una carretera del norte de Francia bloqueada por manifestantes que dejó una persona muerta y elevó a ocho el número de fallecidos en las protestas, desde el inicio de la primera manifestación, hace cinco semanas.
Al igual que en París, en el resto de Francia, en donde el gobierno desplegó alrededor de 69 mil policías, granaderos y militares para controlar el orden público, 20 mil menos que la semana pasada, la participación en las manifestaciones se redujo, de acuerdo con los conteos.
Según analistas, la caída de la participación en las manifestaciones en París y el resto de Francia, se debe a que una parte de los manifestantes, denominados los “chalecos libres”, pidió a sus seguidores una “tregua” en las protestas al considerar que es el “momento de dialogar” con el gobierno para pedir ayudas sociales.