Exhibición de Ayón en la Euroliga
El Real Madrid consiguió su undécima victoria en la Euroliga, en trece jornadas, ante un peleón Panathinaikos que nunca se dio por vencido, 89-68, con una diferencia engañosa y con un Gustavo Ayón imperial en su desempeño defensivo y como armazón del equipo.
Tras el 0-2 inicial del Panathinaikos, el Real Madrid le endosó al equipo griego un parcial de 16-0 en 5 minutos, fundiendo completamente los plomos al equipo griego.
Las dos faltas personales en el primer minuto de un alocado Thanasis Antetokounmpo no ayudaron nada, pero más que demérito heleno, fue mérito de un Real Madrid, centrado, férreo en defensa y acertado e imaginativo en ataque.
El pívot hispano-mexicano Gustavo Ayón dominó los tableros y los rebotes con claridad y calidad, y el francés Fabien Causeur puso los puntos en un cuarto dominado de punta a rabo por el equipo madrileño y que lo cerró con un claro 23-10.
El inicio del segundo parcial fue muy parecido y el Madrid alcanzó la veintena de puntos de diferencia, 32-12 (m.13), con facilidad.
El Panathinaikos pareció arrojar la toalla por momentos, pero su entrenador, Xavi Pascual, siguió moviendo sus peones en busca de la reacción de sus jugadores y de la mano de Keith Langford fue restando diferencias, 38-24 (m.16.45).
Jeffery Taylor volvió a ser el encargado del mejor tirador en pista del rival, Langford, Matt Lojeski, y, además, anotó y ayudó en el rebote. Aún así, el equipo griego consiguió alcanzar los vestuarios con un 43-31, que no le descartaba de la victoria.