Ayuno y deshidratación, factores de riesgo en niños
Tuxtla.- El caso de los niños que se desmayaron el viernes pasado está causando revuelo, y aunque todavía no se conocen las causas, hay factores que de manera general, pueden propiciar estas situaciones.
La pediatra Isabel García, señala que cuando un niño va a tener actividad física, no es recomendable hacerlo en ayunas, pues los niños gastan mucha energía, misma que deben obtener de los alimentos.
“Esto puede ser muy dañino, ya que se les puede bajar la glucosa ocasionando un desmayo, combinado con la insolación o un golpe de calor, que provoca bochorno, sed, deshidratación, que se pongan rojos y la sudoración”.
Por su parte, la nutrióloga Amanda Robles señaló que los bajos niveles de glucosa provocan un bajo rendimiento, falta de concentración y músculos débiles, por lo que es importante que un niño deportista consuma alimentos con una concentración importante de calorías antes de la actividad.
La pediatra señala que solo tomarse un jugo o un vaso de leche, no es suficiente para rendir en una actividad física, al igual que no haber ingerido líquidos, por lo que el paciente puede desvanecerse, como algo pasajero, a menos que haya otros factores como desnutrición prolongada.
Si la situación prevalece, pueden aparecer complicaciones como encefalitis –inflamación del cerebro-, un shock, entrar en coma o una falla orgánica por falta de irrigación de la sangre, ya que los cambios bruscos de temperatura desestabilizan el organismo.
Si bien el cambio de temperaturas sí es importante, no llega a tanto, más bien, en los casos menores, los cambios bruscos de temperatura en su mayoría son responsables de alergias o cuadros gripales que pueden complicarse.
Por otro lado, el cardiólogo pediatra Ramiro López Jiménez, enfatizó que los niños se componen de más agua que los adultos, por lo que pueden sufrir deshidratación y baja de glucosa que causan estragos a nivel cerebral y del sistema inmunológico.
Por ello, cuando los niños realizan actividades al aire libre y el sol está fuerte, aumenta su metabolismo y pierden agua, si esto se combina con otro tipo de factores puede llegar a ser peligroso.
"Es muy difícil, sin embargo como comentaba, las co-morbilidades, es decir, las enfermedades que el paciente tenga son las que hacen que este tipo de desmayos sean de mucho mayor riesgo que la población en general".
La recomendación es que los niños estén bien hidratados, consumiendo de dos a tres litros de agua al día, y aumentar este consumo según las necesidades del paciente, sobre todo al hacer ejercicio ya sea al aire libre o bajo techo, y protegerlos del sol.