El Papa Francisco pide luchar contra el "abominable" abuso infantil en el mundo
Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco pidió hoy al mundo luchar contra los “crímenes abominables" que afectan a millones de niños en el mundo, en forma de abuso y explotación, sobre todo dentro de la Iglesia, al finalizar el Encuentro sobre Protección de Menores en la Santa Sede.
“Hago un sentido llamamiento a la lucha contra el abuso de menores en todos los ámbitos, tanto en el ámbito sexual como en otros, por parte de todas las autoridades y de todas las personas, porque se trata de crímenes abominables que hay que extirpar de la faz de la Tierra”, subrayó.
El Pontífice denunció que el fenómeno de los abusos sexuales a menores ha crecido por la pornografía en Internet y dijo con claridad que “la universalidad de esta plaga, a la vez que confirma su gravedad en nuestras sociedades, no disminuye su monstruosidad dentro de la Iglesia”.
“La inhumanidad de los abusos es todavía más grave y más escandalosa en la Iglesia, porque contrasta con su autoridad moral y su credibilidad ética. El consagrado, elegido por Dios para guiar las almas a la salvación, se deja subyugar por su fragilidad humana, o por su enfermedad, convirtiéndose en instrumento de satanás?”, dijo.
En los abusos, agregó, nosotros vemos la mano del mal que no perdona ni siquiera la inocencia de los niñoos. No hay explicaciones suficientes para estos abusos en contra de los niños. “Humildemente y con valor debemos reconocer que estamos delante del misterio del mal”.
El Papa explicó que actualmente en la Iglesia Católica ha crecido la conciencia de que no solo se debe intentar limitar los gravísimos abusos con medidas disciplinares y procesos civiles y canónicos, sino también “afrontar con decisión el fenómeno tanto dentro como fuera de la Iglesia”.
“La Iglesia se siente llamada a combatir este mal que toca el núcleo de su misión: anunciar el Evangelio a los pequeños y protegerlos de los lobos voraces. Quisiera reafirmar con claridad: si en la Iglesia se descubre un solo caso de abuso —que representa ya en sí mismo una monstruosidad—, será afrontado con la mayor seriedad”, remarcó.
Aseguró que el objetivo de la Iglesia será “escuchar, tutelar, proteger y cuidar a los menores abusados, explotados y olvidados” y para ello, aseguró que “la Iglesia tiene que estar por encima de todas las polémicas ideológicas y las políticas periodísticas que a menudo instrumentalizan, por intereses, los dramas vividos por los pequeños”.
“Ha llegado la hora de encontrar el justo equilibrio entre todos los valores en juego y de dar directrices uniformes para la Iglesia, evitando los dos extremos de un justicialismo, provocado por el sentido de culpa por los errores pasados y de la presión del mundo mediático”, afirmó.