Pedofilia ha aumentado de forma exponencial
El hecho de que Chiapas tenga un papel importante por su diversidad cultural y el rezago económico, se ha favorecido a que existan redes de pedofilia y que ésta haya crecido más, manifestó Elena Torres Villanueva, presidenta de la Fundación Internacional “Granito de Arena”
Comentó que de hecho pocas autoridades han legislado en el tema de pederastia como para tipificarlo como un delito grave, e incluso “poco se ha legislado en cuanto a la procuración de justicia en el mismo para tener los más altos estándares de la defensa de derechos humanos de niños, niñas y adolescentes, y que en verdad haya una sentencia condenatoria”.
Aseveró que organizaciones alertan que en Tapachula aún hay una gran cantidad de abusos sexuales a niñas, “y también la comunidades de migrantes es sumamente vulnerable aún más a caer en estas redes de prostitución, de trata y de pornografía infantil”.
En la zona de tolerancia de la “Perla del Soconusco”, agregó, se ha dicho que existe prostitución de infantes, “pero más de niños que de niñas; también organizaciones han denunciado que en ese municipio existen pequeños que, con una falsa imagen de vendedores de chicles o golosinas, son prostituidos, porque jamás un niño o niña ejercerá un trabajo sexual”.
Tras destacar la importancia de tomar esa conciencia, aseveró que de igual forma en las comunidades indígenas también Chiapas presenta otra problemática que es el matrimonio infantil y los abusos sexuales que son tolerados y normalizados, con la justificación de otros tópicos.
“Nosotros hemos dialogado con personas de pueblos originarios y nos han dicho que es una cuestión cultural, muy bien visto, es decir es normal que una mujer joven esté casada y con hijos, aunque ella no haya querido casarse, o no ame a la persona o no quiera tener hijos”, resaltó.
Esto significa, aclaró, que el pueblo chiapaneco presenta altas condiciones de vulnerabilidad ante este tipo de sucesos, “y por eso creo que hace falta educar, visibilizar, promover valores y la denuncia… si tenemos un buen sistema de justicia, que en verdad dé una sentencia condenatoria a los agresores sexuales de niños, niñas y adolescentes, sin duda lo pensarán más”.