Cifrada en variación genética, clave para enfrentar Cambio Climático
CDMX.- La red de científicos coordinada por la genetista Ella Vázquez Domínguez, documentó la diferenciación genética entre las especies Crocodylus moreletii, también conocida como cocodrilo de pantano, y la C. acutus, ambas con amplia distribución en México, aunque de manera principal en el norte de la península de Yucatán y a lo largo de la costa del Caribe.
Analizar la variación genética es importante porque en ella se cifran claves sobre cómo las especies silvestres logran de manera natural el potencial necesario para adaptarse a los cambios del ambiente. Por ello, el grupo científico e interdisciplinario estudió 374 cocodrilos silvestres en 92 localidades, alcanzando la mayor distribución estudiada para estas especies en las costas mexicanas del Golfo, el Caribe y el Pacífico.
En entrevista para el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, la doctora Ella Vázquez explicó que se identificaron cinco linajes genéticos con base en estudios de las dos especies de cocodrilos, tanto parentales como sus híbridos; es decir, se trata de grupos con la suficiente diferenciación genética como para ser considerados de la misma especie.
Un primer grupo incluye a poblaciones parentales (es decir, no híbridos) de C. moreletii, distribuidas en poblaciones aisladas en lagunas de San Luis Potosí, Tamaulipas y Tabasco y con niveles muy bajos de diversidad genética. Por otro lado, los grupos segundo y tercero incluyen dos linajes de C. acutusclaramente distintos cuyas poblaciones se distribuyen en el Caribe y el Pacífico, respectivamente.
“La investigación comenzó con el propósito de analizar genéticamente a las poblaciones de estas dos especies de cocodrilos, que habitan en vida silvestre en nuestro país, para observar su variabilidad genética y compararlas con poblaciones no naturales, creadas por medio del movimiento de individuos o en cautiverio en granjas, para su uso comercial”, dijo la investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (IE-UNAM).
Los resultados logrados en las poblaciones no naturales sorprenden puesto que “identificamos que dichas poblaciones tienen poca variabilidad genética, resultado entre otros de la reproducción entre individuos cercanamente relacionados (poblaciones consideradas como endogámicas). La pérdida de variabilidad genética puede tener como consecuencia que los individuos sean susceptibles a enfermedades.
Cocodrilos híbridos
Ella Vázquez dijo que entre los habitantes de la costa de la península de Yucatán y el Caribe se sabía que estos cocodrilos, aunque de distinta especie, se entrecruzan en donde coinciden en su distribución, lo que resulta en individuos híbridos, mismos que también se analizaron en este estudio, lo que arrojó dos resultados también sorprendentes:
En primer lugar, “los híbridos tienen una morfología combinada y para los expertos es muy difícil diferenciarlos, por lo que sólo puede hacerse genéticamente”.
En segundo lugar, se encontraron dos linajes diferenciados de individuos híbridos. Uno a lo largo de la costa del Golfo de México y el otro al norte de la península de Yucatán; lo cual quiere decir que ha transcurrido suficiente tiempo como para que los individuos híbridos divergieran, evolucionaran, en dos grupos completamente diferenciables, como se demuestra en su artículo publicado en Frontiers in Ecology and Evolution.
Los individuos híbridos no son una especie distinta aún, pero con el tiempo suficiente y si se aíslan reproductivamente de las especies parentales, podrían evolucionar hacia una nueva especie. Y mientras estos individuos van en aumento los parentales van decreciendo.
“Esto representa un reto para la conservación de las especies, ya que las poblaciones parentales o que no son híbridos, específicamente de C. moreletii, son muy pequeñas y están aisladas, por lo que básicamente estaríamos perdiendo esta especie. La otra especie no está en ese peligro porque su distribución es más extensa, aunque en el Golfo de México ya casi no hay individuos C. acutuspuros”.
La doctora Vázquez hizo una invitación para proteger a las especies parentales de cocodrilos que habitan en México, y con las que se debería realizar una revisión taxonómica, así como a los linajes híbridos que han demostrado tener una alta diversidad genética.