Miles de nicaragüenses huyen del país por temor a perder la vida
Ginebra.- El temor a perder su vida, a ser arrestados, blanco de ataques o de secuestros ha llevado a más de 60 mil nicaragüenses a escapar de su país desde que comenzó la crisis socio política hace un año y, la mayoría de ellos, a buscar refugio en la vecina Costa Rica.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indicó este martes en un reporte sobre la crisis en Nicaragua que la represión policial, los ataques de grupos paramilitares afines al gobierno, los arrestos, la persecución, las amenazas y el deterioro de la situación en general han provocado el éxodo masivo.
Precisó que por razones de seguridad un estimado de 62 mil personas, entre ellas médicos, periodistas, estudiantes y agricultores, han huido al extranjero, de las cuales 55 mil 500 se han trasladado a Costa Rica, donde la capacidad de refugio ya ha sido rebasada.
La crisis en Nicaragua comenzó en abril del año pasado después de que el gobierno del presidente Daniel Ortega anunció reformas al sistema de seguridad social, pero debido a que éstas afectarían las pensiones y jubilaciones de los trabajadores, estallaron las protestas para frenar la medida.
Sin embargo, la represión policial contra las manifestaciones atizó el malestar popular y las protestas se intensificaron conforme aumentaba la coerción, a la cual se sumaron grupos paramilitares afines a Ortega, que cometieron ataques, detenciones arbitrarias y secuestros contra manifestantes.
“Algunos recibieron amenazas directas o sufrieron persecución; otros temen por su vida porque sus comunidades han sido objeto de violencia; algunos más porque sus familiares son buscados”, dijo la portavoz de ACNUR, Elizabeth Throssell, al mencionar algunas razones citadas por nicaragüenses desplazados.
En ese “abrumador flujo de refugiados”, familias con niños pequeños están tomando medidas extremas para cruzar la frontera, junto a estudiantes, exfuncionarios públicos, figuras de oposición, periodistas, médicos, activistas de derechos humanos y agricultores, indicó.
Las personas viajan escondidas en camiones, entre sacos, para escapar, tratando de evitar a la policía y los grupos paramilitares, afirmó Throssell y señaló que al llegar “un número significativo necesita atención médica, apoyo psicológico, refugio y asistencia alimentaria”.
ACNUR indicó que a la fecha al menos 29 mil 500 nicaragüenses han presentado solicitudes de asilo en Cosa Rica y elogió la política de puertas abiertas de San José, pero advirtió que la capacidad de albergar ya ha sido rebasada, por lo que otros 26 mil aún esperan que se formalicen sus peticiones.
“Sin una solución política a la crisis en Nicaragua, es probable que la gente continúe huyendo”, aseveró la agencia para los refugiados y pidió con urgencia fondos para fortalecer la respuesta humanitaria que permita a los solicitantes de asilo acceder a la ayuda.