Invasiones y deforestación impactan a humedales en San Cristóbal
- RUBÉN PÉREZ
- 3 jun 2019
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Tuxtla.- Alma Rosa Rojas, integrante del Colectivo Educación para la Paz y los Derechos Humanos (CEPAZ), manifestó su preocupación por algunos factores como las invasiones o la deforestación que han impactado de forma grave en los humedales “La Kisst” y “María Eugenia” de San Cristóbal de Las Casas, los cuales son importantes porque de éstos se abastase de agua al 70 por ciento de esa ciudad colonial.
Reveló que esos zonas protegidas están invadidas o deterioradas en alrededor del 60 por ciento, “hay más humedales, pero los que menciono son los reconocidos, los que están protegidos, supuestamente”.
Sin embargo, externó que la preocupación aumentó porque se pretende echar a andar un proyecto de una planta de tratamiento de aguas residuales en uno de esos cuerpos de agua cristalina, lo que para ella no resolverá la problemática que se padece en la actualidad.

“Pequeñas acciones sobre humedales no resuelven el problema, porque hablamos de problemas multifactoriales, con una visión más integral, los cuales tienen que ver con acciones más de fondo, de estructura y de gestión”, consideró la experta en entrevista.
Algo que les ocupa, dijo, es que en los últimos años se han incrementado las invasiones sobre esos sitios y las autoridades municipales ni del estado han intervenido, es decir que, agregó, no hay acciones contundentes como el desalojo de esos predios.
“Hablamos también de minería, de tala en la parte alta de la cuenca, con rellenos que se hacen sobre los humedales y, bueno, aunque son áreas naturales protegidas, están sobre terrenos privados, y esto genera que los propietarios hagan lo que quieran porque están amparados, o porque los jueces resuelven a su favor”, lamentó.

Por ello, aseveró que se han limitado a detener esta destrucción, “ni siquiera el Poder Judicial, pues éste otorga amparo con un enfoque al derecho de la propiedad, y carecen de ese enfoque más de intereses colectivos, y ante eso, pues de alguna manera no se puede hacer mucho”.
Ante este panorama, lamentó que no exista una aplicación del Estado de derecho y que se privilegien las negociaciones “en lo oscurito”, en lugar de abonar a un mejor medio ambiente.
“Las autoridades municipales, estatales y federales cancelan y hacen cosas, pero la destrucción continúa, nadie la para, y eso es grave, porque las denuncias ciudadanas no prosperan”, concluyó.