Vecinos de Tierra Negra, entre aguas negras y mosquitos
Tuxtla.- Desde las primeras lluvias, la ciudad se vuelve un caos: inundaciones, encharcamientos, arrastre de material, pero hay zonas de la ciudad en las que no solo las lluvias, sino la falta de planeación, ocasionan verdaderos desastres, que se vuelven el día a día de la gente.
La colonia Tierra Negra, ubicada al sur poniente de la capital, colinda con San José Terán, el aeropuerto de la Fuerza Aérea y la colonia CCI, se creó hace más de 15 años y aún no cuentan con los servicios básicos como drenaje o agua potable, ya ni se diga de alumbrado público o vigilancia.
Las primeras dos son sus demandas más urgentes, pues están viviendo entre aguas negras; más bien verdes, que ni siquiera corresponden a su propio drenaje, sino lo que baja de las colonias aledañas… viven entre malos olores en un foco de infección.
Freddy Zavala, presidente del comité de vecinos, señala que son más de 500 habitantes, 250 viviendas afectadas, pues año con año, el drenaje de las colinas vecinas se rebalsa, provocando problemas de salud pública como irritación en ojos y piel, enronchamientos y constantes infecciones gastrointestinales.
“Ya metimos oficios al Ayuntamiento, al Gobierno del Estado, a Smapa, todos sin respuesta, estos problemas se agravan en la temporada desde las primeras lluvias, no tenemos drenaje pero todas esas aguas bajan con las aguas de lluvia y se estancan hasta abajo”.
A esto se suma la construcción hace un año de la barda perimetral del aeropuerto de la Fuerza Aérea, que retiene el agua e impide su paso, por lo que se concentran aguas verdes, de las peores condiciones y olores, que se han convertido en el hogar de miles de mosquitos, un caldo de cultivo de infecciones.
Justina Nolasco, otra habitante de la colonia, explica que todos sus oficios han sido recibidos, y la respuesta del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Smapa) es que no hay recursos todavía, que están esperando para poder hacer esta obra, misma que necesitan a la brevedad para poder vivir de forma decente.
“Hacia dentro de nuestras casas hay humedad, vivimos con infecciones, diarrea, vómito, calentura, dolor de huesos, zancudos, no se puede ni dormir, no podemos vivir así, pasan las lluvias y con el calor siguen los zancudos, la peste no se soporta, es puro gas metano que estamos inhalando”.
En la colonia viven bebés chiquitos, niños, adultos, todos enfermos de manera recurrente y respirando un olor insoportable, las calles se vuelven verdaderos ríos con corriente peligrosa, y lo malo es que no son aguas pluviales, sino un río de desechos entre el que estas personas viven, o más bien, sobreviven.
