Periodista sospecha del gobierno de Veracruz por secuestro
México.- El periodista veracruzano Marcos Miranda Cogco, quien fue privado de su libertad la mañana del miércoles y rescatado por la policía la madrugada del jueves, agradeció a Dios haber salido con vida tras la balacera en la que fue librado de sus captores, y externó sus sospechas de que detrás de estos hechos esté el gobierno de Veracruz.
“He sido un duro crítico de la administración morenista, de Cuitláhuac (García Jiménez), he sido crítico de las acciones de la Secretaría de Seguridad Pública (estatal) y las mantengo con razonamiento y fundamentadas, y aunque no me dijeron quién me lo hacía, yo sospecho que pueda venir del gobierno”, expresó.
Miranda, también conocido como Marmiko -acróstico que utilizó de nombre cuando fue rey feo en el carnaval del puerto en 2012- y quien ejerce el periodismo desde 33 años, nueve como independiente, dijo que los delincuentes que lo privaron de su libertad le dijeron que lo hicieron "por chismoso".
En entrevista exclusiva con Notimex, el periodista que dirige el espacio informativo Noticias a Tiempo a través de Facebook, solicitó apoyo al gobierno federal para que investigue a fondo su caso, ante el temor de que el gobierno de Veracruz tenga responsabilidad.
“Yo pido la ayuda al gobierno federal porque aquí el gobierno estatal pareciera que no está brindando el apoyo correspondiente, porque no me han hablado, necesito ver al médico y otras cosas”, refirió el comunicador que esta mañana se acogió al sistema de protección federal.
Marcos Miranda Cogco, de 53 años de edad, recordó la forma en que fue interceptado por sus victimarios, quiénes lo llevaron a una casa de seguridad, probablemente en la zona cercana al Puerto o Boca del Río.
“Me taparon los oídos con servilletas y papel sanitario, me vendaron los ojos y me ataron las manos también con vendas. Me mantuvieron desnudo en un cuarto, mucho tiempo, sufrí vejaciones, muchos golpes, patadas, golpes en la cabeza, sobre todo en el oído”, relató.
El periodista recordó que cuando estuvo en cautiverio escuchaba tres voces, y que uno de los hombres era el que le propinaba golpes, sobre todo cada que le pedía lo llevara al baño o cuando dormitaba.
“Creo que solo era uno el que me pegaba. Ese me dijo que si le decía al jefe me iba a matar. Me dijeron que me iban a ejecutar, a mutilar, a cortar”, recordó al tiempo que mencionó que también le tomaron fotos desnudo y le advirtieron que las compartirían cuando se portara mal.
Marmiko compartió que en un principio pensó que iba a morir. “Me sentí derrotado, dije, no pues ya no regreso; Dios, gracias por todo lo que me diste, pero luego dije, no, es una actitud derrotista, dije yo voy a regresar vivo y Dios me va a salvar, y cambié de actitud a positivo, yo creo que eso también, mi fe, me salvó".
Abundó que aunque uno de los delincuentes le propinó varias golpizas, también accedieron a compararle medicamento para la diabetes, ya que al momento de que fue plagiado no lo llevaba consigo.