Julio 3; Día Mundial sin Bolsas de Plástico
- ALEJANDRA OROZCO
- 3 jul 2019
- 4 Min. de lectura

Tuxtla.- Las bolsas de plástico se utilizan diariamente para muchas cosas: para ir a la farmacia, al súper, a la carnicería… parece que donde quiera que volteamos, vemos estas bolsas, como fantasmas que nos acechan y que poco a poco van contaminando más nuestro planeta.
Estos plásticos, considerados como de un solo uso, tardan entre 100 y 500 años en degradarse, imagínate, con una sola ida al súper, usamos en promedio 20 bolsas, y si esto lo hacemos cada semana, al final se vuelven basura, 12 millones de toneladas, para hacer una aproximación, que va a parar a los mantos freáticos, mares y ríos.
Para hacer conciencia y empezar a cocinar el cambio, cada 3 de julio se conmemora el Día Mundial sin Bolsas de plástico, ocasión para reflexionar en el abuso que hacemos al usar estos productos: al año, cada persona usa unas 230 bolsas plásticas, es decir, más de 500 billones en todo el mundo, que siguen contaminando incluso cuando ya no estemos en este planeta.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 80 por ciento de los plásticos que usamos los humanos van a parar a mares y océanos, atrapando animales, convirtiéndose en el alimento de otros y bloqueando su sistema digestivo.
Una alternativa verde

La chiapaneca Karla Rabelo, ama de casa y emprendedora, decidió aportar su granito de arena, por lo que comenzó a utilizar y popularizar las bolsas ecológicas o amigables, hechas de material resistente con una duración de más de cinco años, que reemplazan a las bolsas de plástico. “Hace aproximadamente un mes, quise dejar de usar bolsas de plástico y ya no contaminar, porque solo nos sirven cinco minutos, yo de por sí trataba de llevar mis bolsas al súper, pero me puse a investigar y encontré unas muy resistentes”.
De distintos tamaños y colores, este tipo de bolsas sirven para ir al súper, poner la verdura, fruta, incluso puedes guardarlas directo en el refri o vaciar su contenido, puedes lavarlas, llevarlas al mercado, y usarlas en cualquier establecimiento una y otra vez.
“Estamos viendo todos estos cambios climáticos que no se veían hace tiempo, estamos al límite y ya es tiempo de cambiar ciertas medidas, quizá empezamos tarde, pero por algo se empieza, creo que esta es mi aportación para dejar de contaminar y enseñar a nuestros hijos a no hacerlo”, dijo.
Karla piensa que debería haber mayor uso de estas bolsas ahora que la legislación contra plásticos de un solo uso entre en vigor, es momento de que la gente haga conciencia y se difundan estas alternativas, pues si bien tenemos acceso a la información, hay gente que de plano no lo sabe y está difícil llegar a ellos.
“Al principio cuesta trabajo usarlas, porque se te olvidan, pero te haces la costumbre y las cargas en el carro o en tu bolsa de mano para donde vayas, la gente te voltea a ver y se dan cuenta de que sí se puede, hay que demostrarlo con el ejemplo, incluso es más práctico descargar del carro las compras”, señaló.
Hasta el momento, la iniciativa ha resultado bastante bien, pero todavía hace falta difusión de esta y otras medidas, sí hay que hacer más ruido al respecto, pues Chiapas es un estado verde, y cada vez cuesta más trabajo ver lo verde en vez de la basura que tiramos por doquier.
Legislación a favor del medio ambiente

Recordemos que en nuestro estado, ya se aprobó la Ley de Residuos Sólidos, iniciativa que impulsa una estrategia integral para reducir el uso de plásticos de un solo uso en el Gobierno del Estado y las escuelas de Chiapas, principalmente, así como el manejo adecuado de los residuos sólidos, uno de los más grandes desafíos de todos los gobiernos.
En ese sentido, los poderes Ejecutivo y Legislativo promovieron una iniciativa de reformas a la Ley Ambiental para prevenir la generación de plásticos de un solo uso, y demás residuos sólidos, con el objetivo de reducir los impactos en los ecosistemas y en la sociedad.
María del Rosario Bonifaz Alfonzo, titular de Semahn, destacó que la mayoría de la basura plástica no se biodegrada, sino que se fragmenta en partes más pequeñas hasta convertirse en microplásticos, los cuales, si son ingeridos por especies marinas, pueden ingresar a nuestra cadena alimenticia y regresar a nosotros sin que podamos percatarnos; además, el 90 por ciento del agua embotellada y de la sal de mesa comercial, contienen partículas de plástico.
Cabe precisar que en Chiapas se producen más de 5 mil toneladas de basura al día, la mayoría de éstas terminan en tiraderos a cielo abierto o rellenos sanitarios; en ocasiones el plástico es quemado produciendo gases tóxicos como furanos y dioxinas, aunado a esto un gran porcentaje es tirado en las calles, contaminando el suelo, o bien, es arrastrado principalmente por lluvias a ríos o cuerpos de agua y posteriormente al mar.
“La degradación de los plásticos y unicel lleva cientos de años, por lo que estamos heredando problemas a las futuras generaciones. Debemos cambiar nuestros hábitos de consumo para reducir los residuos, sobre todo los plásticos de un solo uso y así evitar que el daño sea irreversible para nuestros hijos. Se requiere la participación activa de todos, instituciones y sociedad civil”, apuntó Bonifaz Alfonzo.
La Ley de Residuos Sólidos de Chiapas sienta un precedente en el cuidado al medio ambiente en Chiapas; busca fortalecer el manejo de dichos residuos hasta alcanzar su manejo integral mediante la regulación de plásticos de un solo uso, la minimización de residuos, separación desde su origen o fuente, fortalecimiento del tratamiento con el reciclado y composteo, reducción de residuos en instituciones públicas, así como sanciones a infractores.