¿Tienen derechos los ríos?
Más del 70 por ciento de los ríos en México están contaminados, lo que ha llevado a que en los últimos 40 años se perdieran más del 80 por ciento de especies de invertebrados de agua dulce, por lo que es urgente una legislación que garantice que los caudales fluyan libremente y limpios.
Pese a que es fuente de toda la vida en la tierra, el agua es tratada como propiedad o recurso privado para beneficio de las economías y aunque las leyes ambientales ofrecen alguna protección, “solo sirven para limitar, pero no revertir su degeneración”, denunció Grant Wilson, abogado director de Earth Law Center.
Al presentarse en la mesa redonda sobre los derechos de los ríos en el Seminario de Sociedad, Medio Ambiente e Instituciones, el directivo de esa organización sin fines de lucro aseguró que para salvar los ríos de México, y de todo el mundo, se necesita un cambio de paradigma.
“Tenemos que cambiar el sistema legal para entender a los ríos como entidades vivientes que tienen sus propios derechos fundamentales”, sostuvo.
Entendidos como seres vivientes y capaces de ofrecer vida, los ríos tienen el derecho legal a los flujos mínimos que necesitan para prosperar y estar libres de contaminación. Sin embargo, actualmente se permite a las industrias contaminar “y ahora muchos ríos están en peligro de secarse o muertos”, enfatizó.
Recordó que la defensa de los derechos de los ríos empezó a surgir en todo el mundo y en la Corte Constitucional Colombiana se reconoció que el río posee derechos inherentes de protección, conservación, mantenimiento en razón de la necesidad que tienen los humanos y los ecosistemas del agua para sobrevivir.
Asimismo, refirió en el Parlamento de Nueva Zelanda se aprobó un tratado que reconoce a uno de sus ríos como persona jurídica y designó guardianes para su protección, incluso asignó una partida económica para ello.
Bangladesh, a su vez, se convirtió en el primer país en otorgar derechos legales, específicamente a todos los ríos del país y determinó que es necesario darles derechos legales para proteger su territorio de mayor depredación.
En México los activistas por los derechos de la tierra han colocado a este país entre los más preocupados para avanzar en la consecución de los derechos de los ríos.
Al respecto, la experta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Claudia Brindis, dijo que en México es necesario avanzar hacia una ley federal que detenga el deterioro de los ríos, bajo el reconocimiento de que se trata de seres vivientes.
“La tierra es un ser vivo y en ese sentido debe de reconocerse como un sujeto de ley porque tiene el derecho a existir. Estamos tratando de hacer un cambio de paradigma. Un cambio de concepto que nos permita darnos cuenta que todos somos parte de un sistema interconectado”, puntualizó.
Brindis, también miembro de los Derechos de la Madre Tierra México, lamentó que los ecosistemas ya están al borde de la destrucción; sin embargo “se puede detener, aunque son los intereses empresariales y ganancias económicas los que han limitado este avance”.
De acuerdo con el reporte de la ONU sobre biodiversidad, el 75 por ciento del medio ambiente terrestre, el 40 por ciento del marino y el 50 por ciento de los cursos de agua presentan signos de degradación, por lo que el organismo llamó a los gobiernos del mundo a actuar de inmediato.
Por eso, aseveró, tenemos que hacer un cambio de paradigma y reconocer que los seres humanos habitamos dentro de un sistema vivo de diferentes especies, a fin de reconocer a la naturaleza como un sujeto de derecho.
Las propuestas legales son corregir los defectos del sistema legal como derechos inalineables de la naturaleza de existir, prosperar y evolucionar. “Hay que reconocerla como viva porque nada que esté muerto puede producir vida. La meta es hacer un lugar próspero”.
Los Derechos de la Madre Tierra en México comenzó con la Ley Ambiental de Protección a la Tierra en el año 2013, posteriormente se dio la inclusión de los Derechos de la Naturaleza en el estado de Guerrero y la Ciudad de México. Actualmente se trabaja en las leyes secundarias.