Buscarán que crímenes de odio por homofobia tengan justicia
- ÁNGEL MIJANGOS
- 28 ago 2019
- 2 Min. de lectura
Tuxtla.- Históricamente en Chiapas los casos de agresiones y crímenes de odio contra la población lésbico, gay, bisexual y trans, no alcanzan justicia, por lo que ahora activistas e instituciones trabajarán a través del Observatorio Ciudadano de Violencia contra la Población LGBT, en un mecanismo para hacer un monitoreo de los casos y analizar su manejo legal, para identificar porque no son investigados y castigados.
El activista José Eliezer Esponda Cáceres, miembro de la Red por la Inclusión de la Diversidad Sexual en Chiapas, dijo que será una labor ardua que llevará meses, pero trabajando de forma correcta y organizada se podrá incidir en el escenario de violencia que se vive actualmente contra la población LGBT.
Sobre todo después de la marcha del orgullo gay el 28 de junio, registrándose asesinatos y agresiones violentas en Venustiano Carranza, Tapachula, Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas.
Actualmente la zona Centro y Costa son las más violentas para la disidencia sexual, donde en los últimos años se han visto más casos de crímenes de odio con más frecuencia y saña.
Refirió que el objetivo es que las instituciones y la sociedad civil trabajen en coordinación, en la observación de la violencia que se manifiesta en diferentes formas en el estado contra esta población LGBT.
Podrán documentar, identificar y registrar los casos de violencia derivados de la orientación sexual e identidad de género de las víctimas, desde agresiones, exclusiones, trato diferenciado, crímenes de odio. A partir de los primeros datos obtenidos estudiarán de qué forma se pueden implementar acciones preventivas para poder incidir en el número de casos.
En el observatorio participan activistas independientes, sociedad civil organizada, grupos organizados. La convocatoria para ser parte del observatorio sigue abierta hasta el momento.
Los activistas tienen confianza en este nuevo organismo porque no existía ninguna figura parecida, a pesar de los innumerables casos de violencia contra la disidencia sexual en las últimas décadas.
