La aventura de ser mamá; entrando al segundo trimestre
Tuxtla.- Han pasado cuatro meses desde inicié esta experiencia desconocida de ser mamá… al principio, el tiempo pasaba muy lento, pero este último mes se ha pasado volando y prácticamente en una semana más, estaremos a mitad de camino de esta travesía.
Oficialmente, se considera la semana 14 como el inicio del segundo trimestre; es decir, los tres meses y medio, y aunque en teoría las náuseas ya deberían haber abandonado mi cuerpo, sigo luchando con las agruras y mi inseparable pastilla para controlarlas, ya que no es nada agradable tener que sacar todo lo que te acabas de comer.
Mi olfato ya no es el de un sabueso, eso se ha normalizado, aunque la rinitis me está matando… de hecho, he leído que la congestión nasal es normal durante el embarazo, y aunando que de por sí padezco rinitis, todo se me ha complicado… aunque también leí que existe algo llamado rinitis gestacional, y creo que eso tengo.
En este punto, ya puedo tomar algunos medicamentos que está probado no tienen efectos adversos en mujeres embarazadas, pero prefiero aguantarme y no tomar nada, para que mi bebé reciba solo lo que necesita para crecer fuerte, sano y hermoso.
¿Pueden creer que no se dejó ver? Fuimos a consulta esta semana y cuando queríamos ver si será niño o niña, nos dio la espalda… además, traía el cordón umbilical entre las piernas, por lo que aún no se distingue bien… el doctor dice estar un 80 por ciento seguro de qué es, pero no se atrevió a compartirnos sus sospechas.
Esta semana, prácticamente se me “botó” la panza… aunque muchos dicen que aún parece “panza normal” y no de embarazo, el hecho es que ya es innegable su presencia, se nota con la mayoría de mi ropa, y creo que ya estoy cerca de sentir los tan anhelados movimientos y pataditas de bebé.
Lo que nos sorprendió en el ultrasonido, fue verle la columna, las costillitas, y un perfecto pie bien definido y moviéndose mucho, también se alcanzan a distinguir los hemisferios del cerebro, su estómago, su naricita… está creciendo impresionantemente.
Tal parece que tendremos que esperar otro mes para saber si será niña o niño, y espero que todo este tiempo sea suficiente para decidirnos por un nombre, porque teníamos nuestras opciones muy claras, pero ahora estamos más indecisos que nunca sopesando si ese nombre está bien, o hay otros más bonitos.
Lo que sí tenemos claro es que no queremos repetir nombres que ya haya en la familia cercana, para no herir susceptibilidades y sobre todo, porque queremos que nuestro hijo (o hija) tenga su propia historia, empezando por un nombre único, y que le guste cuando sea más grande.
De repente siento algo extraño dentro… no sé si son gases, si es mi útero creciendo, o si de verdad son los movimientos del bebé, que ya es del tamaño de un aguacate, me muero por sentir claramente que me patee o se mueva, y aunque no estoy segura todavía, sé que no tendré dudas cuando lo sienta claramente por primera vez.
