Semana 22: balance general
Cada semana, van surgiendo temas que me gusta compartirles e investigar, lo que me sirve a mí en esta maravillosa experiencia, y espero que también a otras futuras mamás que pasan por esta aventura conmigo, hoy decidí hacer una pausa y ver hacia atrás y hacia adelante, evaluando dónde estoy parada.
Ya han pasado 158 días desde que estoy dando vida dentro de mí, 22 semanas, estoy en el segundo trimestre y prácticamente en tres meses y medio más, la nueva integrante de la familia ya estará con nosotros, tiempo que puede verse muy lejano, o muy cercano.
A estas alturas ya es inevitable ver mi panza, dicen que como es niña, está expandida o “pareja”, mientras que si fuera niño, estaría más “puntiaguda”, sea como sea ya parece de embarazo y mi ropa lo sabe.
En estos meses, he subido cuatro kilos, espero mantener ese ritmo y no ganar peso de manera abrupta los últimos meses, siempre y cuando la bebé siga creciendo bien, fuerte y saludable, para que pueda nacer vía natural y no cesárea.
Sobre este tema, me da miedo el parto natural, no lo voy a negar, sé que es un dolor incomparable y que nada te prepara para eso, aunque también me han dicho que la recuperación de la cesárea es muy dolorosa… como en todo, hay opiniones encontradas, hay amigas que han preferido mil veces el parto natural y otras que consideran que valió la pena la cesárea porque no sintieron nada, espero llegar a término de la mejor manera, aunque lo más importante es que, sea como sea, ella nazca bien.
Les cuento que la bebé se mueve a cada rato, cuando despierto, siento como un calambre de lado derecho, y la mayor parte del tiempo la siento moverse ahí… creo que es su lado favorito… ya hasta podemos ver cómo me brinca la panza de repente, sus movimientos son más constantes y evidentes, sobre todo después de comer o antes de dormir.
Ya empezamos a mover cosas en la casa para acomodar su cuna, hacer la lista de lo que nos hace falta comprar, gracias a sus tías y tíos ya tiene sus primeros zapatos y pañaleros, y ya nos volvemos locos viendo ropita y cositas para comprarle, ahora que sabemos que es niña.
También estamos siguiendo el consejo de reciclar, es decir, usar cosas que nos prestan y que nos van a ayudar muchísimo a reducir gastos, pues no vale la pena comprarlas y están en buen estado, lo que nos permite tener un poco más de presupuesto para otras cosas.
A estas alturas, la bebé debe medir unos 30 centímetros y pesar medio kilo, aún no resiento ese peso en mi espalda, pero ya está casi formada en su totalidad y a partir de este punto, comenzará a crecer de forma acelerada, ganando peso y tamaño para nacer, y lo esperamos con ansias.
También su piel va a comenzar a ganar color y grasa, por ahora todavía se ven los órganos a través de ella, también comenzará a crecerle pelito, aunque ya distingue los sonidos del exterior (ya empezamos a hablarle, esperando sentir sus movimientos a modo de respuesta) y tiene un buen ritmo cardiaco.
A partir de ahora, ya estamos en cuenta regresiva, ya vamos a más de la mitad del proceso y estamos más cerca de conocerla, ya nos imaginamos cómo será su cara, ya casi decidimos su nombre, ya planeamos cómo nos vamos a dividir para cuidarla, ya afinamos los detalles para su llegada: ya casi está aquí.
Claro, el miedo a que algo pase está presente todos los días, a diario pido por que todo transcurra bien y que ella llegue sana y salva a este mundo, primero Dios será a mediados de marzo cuando podamos conocer a quien se convertirá en el amor de nuestras vidas y en el producto de mucha espera e ilusión.