Chiapas, con baja incidencia de denuncias contra abuso sexual infantil
El abuso sexual infantil es una problemática que nos coloca como el primer lugar a nivel mundial en abusos hacia menores de 14 años, y eso que sólo el 2 por ciento del total de casos es denunciado.
Elena Torres Villanueva, presidenta de la Fundación Internacional Granito de Arena, señala que desafortunadamente en todo el país este sigue siendo un tema tabú, del que la víctimas no se dan cuenta hasta que pasa mucho tiempo, meses o años después, cuando se dan cuenta que no es correcto que los toquen -o cosas peores- y que lo han vivido.
“Vivimos en una sociedad muy permisiva, apenas en 2015 se empezó a hablar más del tema, y en nuestro país imperan los casos donde los niños son abusados por sus propios padres, y solo el 2 por ciento de los casos denunciados es la punta del iceberg, las autoridades consideran que 4.5 millones de niños experimentan violencia sexual”.
En Chiapas, en ese año (2015) las denuncias eran alrededor de 600, cifra muy baja comparada con las de otros estados, que llegan a ser hasta más de dos mil al año. De cada 10 casos, se registra un abuso a varón por cada nueve niñas, que en los años posteriores aumentaron a dos varones por cada ocho niñas.
En el caso de los niños, los papás no denuncian por miedo al qué dirán, por los estereotipos de género, prefieren callar por miedo a que la sociedad se entere que su hijo varón fue violado, y no son atendidos psicológicamente, lo que trae consecuencias a futuro, además, el 98 por ciento de los agresores son varones.
“La Fiscalía señaló que recibieron 800 denuncias por estos casos en 2018, sin embargo, seguimos a la baja en denuncias a nivel nacional”, señaló la especialista.
Autoridades más cerca
El objetivo ahora para la fundación es promover la cultura de la denuncia con las dependencias correspondientes, pues de nada sirve romper el silencio si no se continúa con el proceso de procuración de justicia.
“Cuando no hay pruebas físicas, la herramienta más fuerte es la declaración, pero los niños no conocen la Fiscalía, incluso habiendo pruebas no se acercan, por eso necesitamos que conozcan sus derechos, a las instituciones, sus instalaciones, así como conocen el zoológico o algunos museos”.
Con esto, se lograría un cambio en la percepción de las autoridades, que antes veían a asociaciones como Granito de Arena como una competencia o quienes los señalan, aunque como fundación no se suple el papel de las autoridades, por lo que es necesario trabajar en conjunto.
La Fundación ha trabajado en realizar animaciones, así como diseñar algunos personajes para prevenir e informar a los niños, entre ellos Arenito, Andrés, Julieta, Nichim y Tot, estos últimos para acercarse a niños de comunidades indígenas, en donde incluso, no sabían que esto existía.
La experiencia en comunidades
Entre los temas que promueven, están los riesgos de compartir información en internet, y en su visita a comunidades, se dieron cuenta que las madres y padres no saben que sus hijos tienen redes sociales, cuando ya hay casos con denuncias formales de este delito recién tipificado, incluso ya hay procesos legales al respecto.
“En las comunidades ya les comentamos que están siendo víctimas de esto, estamos usando personajes tsotsiles para llegar a este sector, enseñarles las partes del cuerpo, para que conozcan el blindaje ante un abuso”.
Todavía sigue siendo un tema tabú en las comunidades indígenas, aunque sus habitantes ya reaccionan y toman acciones ante estos hechos, lo que es un avance considerando que antes ni siquiera se podía hablar al respecto.
Otra actividad nueva es el domo de la prevención, para seguir fomentando estos temas; no se busca que haya más delitos, sino que se conozcan los existentes y se dicten sentencias condenatorias, recién se dio una de 50 años a un pederasta en en agravio de dos niñas, para que no quede impune este tipo de casos.
“Es importante que los niños sepan que existe abuso con y sin contacto físico, va desde tocar sus partes privadas encima o debajo de la ropa, y si los lastiman es más grave; pueden ser caricias, tocamientos o algo más doloroso”, aclaró.
En el caso de los abusos sin contacto, puede ser acoso, es decir, cuando les dicen cosas o los molestan, cuando los espían cuando se bañan, incluso cuando les toman o les piden fotos, se trata de abuso sexual infantil.
“Lo importante es que conozcan este triángulo, en el que si llegan a sentir o pensar algo malo, actúen, si sientes o piensas que algo te hace daño, tienes que moverte rápido e ir con una persona de confianza, las personas de confianza son las que te cuidan y siempre te creen, nunca te harían daño, si no tienes cerca a alguien de confianza, ve con un adulto o con las instituciones para que te ayuden”, finalizó.