Chiapaneco recibe Premio Nacional de Acción Voluntaria y Solidaria
Tuxtla.- Víctor Santiz es un joven chiapaneco, originario de San Cristóbal, donde se ha dedicado a ayudar a otros jóvenes vulnerables a caer en las adicciones y la violencia, que ha llegado muy lejos con su proyecto.
Esta dedicación lo llevó a ser acreedor al Premio Nacional de Acción Voluntaria y Solidaria 2019, que recibió el pasado 2 de diciembre en la Ciudad de México, donde recibió una mención honorífica y fue reconocido junto a otras 11 personas de distintas entidades federativas.
Este premio es entregado por el gobierno mexicano a través de la Secretaría de Salud y el Instituto Nacional de Desarrollo Social, reconociendo a personas que implementan acciones sociales voluntarias y solidarias para mejorar la condiciones de desventaja que existen en la sociedad.
Santiz recibió la mención honorífica en la Categoría Juvenil, pues dirige el programa “Jugar – Aprender – Emprender” a través de Jovenarte A.C., que previene las adicciones y violencia entre las juventudes de San Cristóbal, en especial la zona sur.
Víctor es licenciado en Derecho, y crea este proyecto en 2012, para prevenir conductas de riesgo en jóvenes vulnerables del sur de San Cristóbal; primero se dedicó a generar grupos de interés, y al final, tres etapas emprendimiento.
“Este programa va dirigido a jóvenes de 12 a 29 años, pero se han involucrado niños desde los ocho años, en total ya son más de mil 500 jóvenes que han tenido acceso a sus derechos sociales y culturales, nos consolidamos como asociación desde 2015”.
El joven ha tenido numerosos casos de éxito, donde los asistentes usan la música como una forma de auto empleo, actualmente ya hay varios que tienen grupos trabajando fuera y generando emprendimiento, alejándose así de las adicciones y la violencia.
“Yo mismo era vulnerable a este ambiente, comenzaba a tomar y seguir malos pasos, entonces yo solito me pagué la carrera con mi trabajo como músico, y decidió ayudar a otros a hacer lo mismo, compartiendo mi experiencia con vecinos y amigos”, relata.
Este reconocimiento se une a una larga lista: en 2016 obtuvo el primer lugar nacional de Buenas Prácticas ante la Delincuencia, programa impulsado por la Secretaría de Gobernación, el Imjuve y la ONU; fue dos veces al Encuentro de Jóvenes de la Alianza del Pacífico (Chile y Colombia); así como el Premio UVM por el Desarrollo Social a Proyectos que Generan Cambios en el País.
“Todo lo describo en una palabra: satisfacción de ser un agente de cambio que genera espacios y mejora las condiciones de vida para jóvenes en situación de vulnerabilidad, mismo que queremos replicar en zonas indígenas y crear políticas públicas para preservarlo”, dijo.