Impacto económico del desperdicio de alimentos en Chiapas
Tuxtla.- Elena García Aguilera, docente e investigadora de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC) Campus Chiapas, indicó que para el 2030 dará comienzo una hambruna mundial, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sin embargo a la par de los primeros indicios que empiezan a notarse, también se manifiesta una gran presencia de desperdicio de alimentos, la cual le ha llegado a costar a la entidad, hasta el 2.5 por ciento del PIB correspondiente a 2017.
La docente señaló que al año una persona en Chiapas desperdicia 158 kilos de comida, por lo que a un costo de 50 pesos el kilo, se tiene un desperdicio anualizado por persona en pesos de 7,900 pesos, lo que equivale a casi 2 meses de salario per cápita en Tuxtla Gutiérrez, ya que el INEGI, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Ingresos y Egresos de los Hogares 2019, el ingreso mensual per cápita es de aproximadamente 4,800 pesos.
En el mundo una de cada nueve personas está subalimentada, es decir alrededor de 815 millones de personas en el mundo y la mayoría vive en países con economías emergentes donde el 12.9 por ciento de la población sufre por este problema.
En Asía dos terceras partes de la población sufren por subalimentación, en África subsahariana el 23 por ciento de la misma, y, en América Latina las cifras son similares, sin embargo y paradójicamente, según el Banco de México (Banxico), cada mexicano desperdicia 158 kilos de alimento al año, lo que es medio kilo al día.
La docente puntualizó que este desperdicio es económico, pues ya le ha costado a los mexicanos el 2.5 por ciento del PIB, pero también tiene un costo ecológico: al entrar en descomposición los alimentos sus emisiones de carbono equivalen a 16 millones de vehículos al año, según datos utilizados por el Banxico y el agua para uso de riego que se utilizó en esos productos tirados a la basura, es la misma cantidad que la que usaría la población de todo México por un periodo de cuatro años. En Chiapas cada año se tiran 3 millones de toneladas de alimento. Lo que más se tira de las mesas de los hogares chiapanecos es tortilla, pan y tomate, mientras en de las comercializadoras es el mango, la piña, el plátano y la papaya, por su alta descomposición y que no se cuenta con una infraestructura adecuada.
La analista y docente de la EBC detalló que los alimentos salen de diversos lugares: hogares, comercios, restaurantes, hospitales; lo que no se come o vende se tira, por esto, Elena García Aguilera recomendó planificar los menús semanales, realizar las compras con previa lista, una vez a la semana, almacenar alimentos sobrantes en recipientes con sellado al vacío, reutilizarlos siempre que se pueda con otras comidas, usar el congelador para preservar más tiempo los alimentos, verificar siempre la fecha de caducidad de los alimentos y finalmente, comer lo que se compra y comprar lo que se necesita.