El corazón de la ballena azul late sólo dos veces por minuto
México.- La revista de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos publica un estudio sobre el ritmo cardiaco de las ballenas azules. El mamífero más grande del mundo puede tener una frecuencia cardíaca muy baja. Era la primera vez que los investigadores podían hacer un análisis tan detallado de un “gigante” de los océanos.
La tarea de los investigadores no fue fácil. Poner monitores en el cuerpo de una ballena azul podría ser una misión casi imposible. Pero los investigadores de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos sí lo hicieron.
Durante nueve horas, utilizando una máquina de electrocardiograma con ventosas adheridas al cuerpo del animal, pudieron medir el ritmo cardíaco de las ballenas azules por primera vez. El dispositivo fue envuelto en un material plástico, lo que permitió que fuera colocado en el animal de una manera no invasiva.
“Primero, necesitamos encontrar una ballena azul, que puede ser muy difícil (…). Al combinar muchos años de experiencia de campo y un poco de suerte, colocamos un pequeño bote inflable de casco rígido en el lado izquierdo de la ballena”, explicó Jeremy Goldbogen, uno de los investigadores que dirigió el estudio, citado por ‘Reuters’.
La frecuencia cardíaca máxima registrada por el animal más grande del mundo fue de 37 latidos por minuto, según ‘Reuters’.
En un humano, el latido del corazón en reposo oscila entre 60 y 100 latidos por minuto. Cuando hay esfuerzo físico, como correr, el ritmo puede aumentar a 200 latidos por minuto. Los mamíferos más pequeños pueden tener hasta mil latidos por minuto, como las musarañas. El récord absoluto en frecuencia cardíaca es el del colibrí, con más de 1.200 latidos por minuto.
Cuanto más grande es el animal, menor es la frecuencia cardíaca
La ballena azul analizada por los investigadores tenía unos 302 metros de largo y fue encontrada en la Bahía de Monterey, California, en los Estados Unidos. Cada vez que se sumergía o aparecía en la superficie se podían registrar de 25 a 37 latidos por minuto, ya que se trataba de un esfuerzo físico.