México crecería 0.9 por ciento este año
México.- Una vez que se conoció el resultado preliminar del crecimiento económico de México durante el año pasado, que fue un decrecimiento de 0.1 por ciento, Mapfre estimó que para este año la economía mexicana tendrá una “meta pesimista” de 0.9 por ciento.
Manuel Aguilera Verduzco, director general del Servicio de Estudios de Mapfre, explicó que desde el periodo 2008-2009 hay un claro debilitamiento de la economía mexicana, que ya se anticipaba en el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) elaborado por el INEGI.
Durante la presentación del Panorama Económico y Sectorial 2020 de la Fundación Mapfre, el directivo detalló que a través de un análisis más detallado por sectores se puede ver lo que pasó, lo que pasa y lo que puede ocurrir.
Dentro de las diferentes actividades, el problema estuvo en el sector secundario, en la industria, en los ramos de construcción y minería, los cuales han reportado bajas.
En el caso de la minería, las bajas están básicamente en petróleo y gas, y esta caída viene desde 2014 con la reforma energética, debido a que se dio una “sobreestimación desde el punto de vista de diseño de política económica de la velocidad del efecto positivo que iba a tener esta reforma y por lo tanto del papel que debería seguir desempeñando Pemex para mantener el ritmo de actividad económica del sector”.
Reconoció que este indicador reportó “un ligero repunte en los últimos meses de 2019, como resultado de las inversiones que la administración actual impulsa en el sector del petróleo".
Aclaró que esta caída en estos dos sectores no son temas coyunturales, sino estructurales que tienen que ver, en su opinión, con decisiones erróneas en materia de política económica.
Además, la caída del Producto Interno Bruto (PIB) del país tuvo que ver con la inversión fija bruta, pues desde 2014 ha venido a la baja, sobre todo en el ramo de la construcción.
“Esos son los dos factores fundamentales que están explicando la debilidad del crecimiento económico mexicano. Uno, una errónea decisión en materia de política económica respecto al sector del petróleo y, dos, una consistente insuficiencia de la inversión pública en infraestructura”.
En su opinión, la reforma energética no es la culpable de la baja de crecimiento en ese sector, sino las expectativas que se crearon en cuanto a la velocidad en que se obtendrían esos beneficios.
En tanto, la baja inversión en infraestructura tiene mucho que ver con la forma en que se ha diseñado la política económica de gasto en este país, así como el papel que juegan los programas sociales en el gasto público total.
Aguilera Verduzco insistió en que la previsión de crecimiento para este año es de 0.9 por ciento, la cual es “muy pesimista”, sobre todo si se compara con América Latina y las economías emergentes.
“Si logramos esta meta pesimista, México logrará la mitad del crecimiento promedio de América Latina y una quinta parte del crecimiento promedio de los mercados emergentes, con esa meta modesta de 0.9 por ciento”, aseveró.