Crisis estaba desde antes de la pandemia
Tuxtla.- Debido a la falta de inversión pública y privada, el país ya estaba en crisis económica, aunque no lo reconozca el gobierno federal, antes de que la pandemia del covid-19 (coronavirus) tuviera efectos directos en nuestra economía, aseguró en un documento la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, Movimiento Nacional (CNPA MN).
Para avalar el dicho, dejó en claro que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) confirmó que, en el 2019, la economía mexicana registró una recesión del 0.1 por ciento, la menor tasa de crecimiento en los últimos 10 años.
A lo anterior hay que sumarle, dijo, la guerra geopolítica, económica y militar entre las grandes potencias (Estados Unidos contra China y Rusia), así como la guerra por el control del mercado petrolero que implicó la sobreoferta en el mercado internacional en un momento en que disminuyó la demanda de petróleo por las medidas adoptadas para enfrentar la pandemia del Covid–19 por los distintos países, era previsible que la crisis económica y social se profundizaría en nuestro país.
Las consecuencias inmediatas de las medidas adoptadas por el gobierno federal como “Quédate en casa”, que significó el cierre de millones de micro, pequeñas, medianas y grandes empresas, trajo consigo la pérdida de 700 mil empleos formales hasta abril en medio de la incertidumbre de la crisis del coronavirus, puntualizó.
Sin embargo, resaltó que la agencia HR Ratings estimó que México podría perder hasta 1 millón de empleos en el segundo trimestre del año, derivado de la extensión de las medidas de aislamiento al 1 de junio y la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) calcula que 2 millones de personas perderán sus empleos en 2020.
En sí, agregó, cerrarán definitivamente más de 250 mil negocios formales a nivel nacional, como lo advirtió la Asociación Latinoamericana de Micros, Pequeños y Medianos Empresarios (Alampyme).
A ello hay que sumar la incertidumbre de los 31.3 millones de personas que están en la informalidad (vendedores ambulantes, puestos de tacos, trabajo doméstico, agricultores de subsistencia) según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que realizó el Inegi, detalló.
En todos los casos, añadió, las personas no cuentan con prestaciones laborales, como el seguro social, y con la quiebra de empresas aumentará la precariedad en el trabajo, la subocupación laboral y el empleo informal.
Por ello, consideró que es necesario establecer un plan estratégico de reactivación económica emergente, “pues lo anunciado por el presidente de la República el 05 de abril, no fue más que enlistar los programas y megaproyectos que de por sí ha impulsado”.