Maestros, en las aulas y en sus casas
Tuxtla.- Mónica es maestra de preescolar desde hace 15 años, en los cuales el 15 de mayo, Día del maestro, siempre ha estado lleno de abrazos, cartitas, globos, flores y regalos, pero este año será la excepción, pues desde hace dos meses, debe dar clases desde casa por la contingencia que ha traído el Covid 19.
“Pues la voy a pasar en casa porque no tenemos otra opción, con mi familia, no hay de otra… sí los extraño, la verdad, porque el trabajo con los niños es fascinante, es vivir día a día algo diferente con ellos”, mencionó.
Este año, le tocó dar clases a alumnos de primero de preescolar, si bien no le entró a la modalidad en línea, sí lo hace con el apoyo del programa Aprende en casa que se transmite por televisión, por lo que sigue despertando temprano, antes de las 8, para alistar todo.
Sigue en labores
Su trabajo consiste en sintonizar el canal, que para nivel preescolar transmite de 8 a 9 de la mañana, anotar las actividades y preguntas y mandárselas a cada papá o mamá de su grupo, junto con material de apoyo que le envían por correo, para que cada familia lo replique en casa con sus hijos, vayan haciendo las tareas y cuando la contingencia pase, entreguen su carpeta de evidencias para ser evaluados.
También le corresponde recibir fotos de los alumnos haciendo las actividades, todo esto lo integra una vez por semana en un reporte que envía a sus superiores, por lo que la labor no descansa aunque no esté presencialmente en la escuela.
“Definitivamente todo esto es una experiencia y un aprendizaje, realmente ahora valoro lo que es estar en el aula, darme cuenta que a veces nos levantamos así como que un día más, lunes, martes, pero ver que en este momento los días son iguales, sí la verdad se extraña poder programar tus actividades día a día y poder estar con ellos en el plantel”, reconoce.
Lo que más extraña, es el contacto con los niños, ver sus caritas, las emociones, los descubrimientos que hacen; aunque no es lo mismo.
Un nuevo sistema educativo
“Todo es a través del teléfono con las mamás, ellas me van mandado las evidencias de lo que hacen con los niños y no es lo mismo, como te decía, el contacto físico con ellos es increíble, aunque son programas muy bien adecuados, los contenidos están bastante bien, muy apegados al programa de preescolar y la verdad es que si cumple con los contenidos que se necesitan para preescolar”, reconoció.
Eso sí, reveló que algunas mamás se quejan de que ya es mucha tarea, porque también los papás se están adaptando a este modelo, pasando más tiempo en casa y encargados de mantener ocupados y enseñarles a sus hijos, algo que antes hacían los maestros.
“Creo que es la primera vez que los padres de familia tienen ese contacto tan directo con las actividades pedagógicas de los niños, sí me han enviado audio de los niños donde me dicen que me quieren, que me extrañan, que quieren ir a la escuela, es algo que sí extraño de ellos y ellos también”.
Maestra por vocación
Mónica considera que la docencia es algo que viene de vocación, en su caso, desde pequeña jugaba a ser maestra y le encanta poder enseñar, que los niños aprendan algo nuevo, vivir con ellos todos los descubrimientos y los aprendizajes que se dan en el aula, estar en contacto con ellos y que vayan descubriendo juntos.
“A mis colegas, quiero felicitarlos porque estamos haciendo una labor con todo el compromiso, aparentemente no se ve pero hacemos nuestra labor desde casa, les mando un saludo y una felicitación muy grande, espero pronto podamos abrazarnos y disfrutar de nuestro día en presencia”, finalizó.
Así como ella, hay muchos maestros y maestras de todos los niveles que están haciendo una labor doble: la de cuidar su salud y la de sus alumnos, y la de seguir cumpliendo con su compromiso de educar y formar al futuro del país, sin conformarse o poner de pretexto el confinamiento, invirtiendo su tiempo y sus recursos para que los niños no se atrasen y aprovechen este tiempo para seguir aprendiendo.