¡Aguas con la automedicación!
Tuxtla.- Daños en algunas partes del organismo, pero sobre todo en el hígado, es parte de las secuelas por la ingesta de medicamentos de las personas que se contagiaron de covid-19 sin la supervisión o aval de un especialista, manifestó Francisco Arturo Mariscal Ochoa, subdirector de Atención Hospitalaria de la Secretaría de Salud.
Como parte de esas secuelas, explicó que el hígado es uno de los principales órganos que puede resultar dañado por el consumo sin prescripción e indiscriminado de medicamentos, y a la larga puede derivar en algún daño hepático.
De acuerdo con un estudio del Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México (UVM), se detectó que el 74 por ciento de los mexicanos recurre a automedicarse por costumbre y para evitar pagar médicos.
De hecho, el especialista indicó que “todos los medicamentos se metabolizan en este nivel, es decir que existen ciertas concentraciones del mismo que el cuerpo puede desechar de forma normal, cuando se sobrepasan esas dosis se fuerza el hígado y puede resultar lesionado”.
Ante el panorama de la pandemia, mencionó Mariscal Ochoa, son muchas las personas que desafortunadamente prefieren automedicarse para hacer frente a la covid-19 que acudir a las clínicas; a veces decisión podría es diferencia entre la vida y la muerte, sobre todo en personas que presentan una comorbilidad.
Para él, mencionó, “implica un peligro ingerir un medicamento que no sabemos el efecto que pueda tener en el cuerpo; eso puede llevar a retrasar la atención médica especializada, a veces muchos deciden acudir a las clínicas de atención respiratoria covid, cuando su situación es delicada”.
En una automedicación, dijo, el paciente no tiene conocimiento de la dosis que puede consumir o, lo que resulta más preocupante, no sabe si es alérgico a la sustancia activa de ciertos medicamentos.
En el caso del coronavirus, refirió que al ser confundido con otra enfermedad como gripa o resfriado, muchas personas abusan en la ingestión de antihistamínicos, antigripales o fármacos de venta libre como analgésicos o antiinflamatorios como el diclofenaco y el paracetamol; “esto, a la larga podría traer consecuencias negativas en el hígado”.
Por fortuna, aclaró que existe un control en la venta de medicamentos a través de recetas médicas, “eso permite que las personas no consuman de forma indiscriminada los antibióticos, que hacerlo conlleva un riesgo más alto para la salud”.
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