Alberto Vera: el arte también produce

Tuxtla.-Nuestro invitado especial en esta ocasión es Alberto Vera, un artista que considera, uno de los objetivos de muchos de los que trabajan en colectividad individualmente, es hacer sinergia, estar acuerpados, haciendo equipo, eso los alimenta, alimenta a todos de alguna forma porque el trabajo colectivo, ya que el trabajo mutuo da esa fuerza.

“Siempre había el gusto por el trabajo, por el dibujo, pero a veces en los pueblos en los que crecemos los papás están dedicados al trabajo y no ven al chamaco que trae un talento en el deporte, la música, está muy mecanizado, solo a la escuela, pero creo que todos tenemos un talento, el universo nos regala un talento y a veces no lo desarrollamos o no se descubre a temprana edad, mis padres chiapanecos, mi madre y mis abuelos emigran a Matías Romero, Oaxaca, yo nací allá y afortunado, bendecido de la vida, regreso a estudiar una licenciatura en Derecho aquí en Tuxtla Gutiérrez, tierra de mi madre, de mis abuelos, de mis tíos, y aquí es donde se da ese despertar, caminando por los pasillos de la Secretaría de Educación, vi el trabajo de un artista que ya se nos adelantó, que se llama Luis Villatoro, y dije, esto es lo que tengo que hacer”.

Ahí es donde dijo, es lo que el alma te pide hacer, y cree que pasa con la música, con la poesía, tienes referencias, escuchas y tu alma te habla, pero como no sabemos qué es, realmente no entiendes, no creces con esa formación, solamente lo haces, y así entonces se da, y empieza a buscar, a tomar referencias, hoy ya tiene 13 años en este vasto mundo del arte, de educarse, porque el talento sin la educación no es nada, hay que educarlo, hay que perfeccionarlo, el trabajo constante, diario, una disciplina en la lectura, en preguntar, porque a veces no se sabe todo, en ir a ver arte, hay nuevos jóvenes muy talentosos en el centro, en Chiapas en general, una tierra de mucho color, música, tradición, un folclor inmenso, historias que alimentan el alma, eso hace que la imaginación genere.

“Todos tenemos un lenguaje, yo he encontrado mi lenguaje artístico a través de la arquitectura, el diseño, la geometría, entonces ahí es donde eso que trae uno sale a través de eso, es como una línea que ya he ido perfeccionando, entonces me gusta lo que hago, me apasiona, estoy enamorado de lo que hago, y me siento muy bendecido, por ahí he escuchado a una artista que decía, yo no soy un artista, sino que explica desde su perspectiva que el arte nos usa, nosotros somos como una herramienta del arte, porque eso ya está ahí, nosotros somos solo ese medio para que lo que está ahí salga a través de nosotros y se perfeccione en un lienzo, en una escritura, en una partitura, en un instrumento musical, en una herramienta, en la artesanía, es algo que tiene que salir de alguna forma, y ese lenguaje es espiritual, lo siento como algo muy propio, porque cada obra, dice por ahí un libro que leí, es una extensión de nosotros mismos, es un pedazo del alma que se refleja en cualquier objeto tangible o que esa inspiración sale del universo, de algo que no entendemos”, señaló.

Añadió que es muy complicado hablar de arte con alguien que no lo siente, porque no lo entienden, le pasa en casa, en el trabajo, entonces busca refugio con sus compañeros que tienen esta locura, así se va uniendo fuerzas, haciendo sinergia, y qué bueno que estos espacios den a conocer un poquito más la sensibilidad de la persona, a veces ven sus trabajos y dicen, me gusta o no me gusta, no me gusta tanto, pero realmente el ser, la persona, se conoce a través de estos espacios, una obra puede durar un día, dos días, tres días, es un cambiante desde la perspectiva emocional que se tenga, hay obras que no terminan de estar terminadas, y pasan días o tiempo, y hay obras que son muy fluidas, eso también enriquece la obra de alguna forma, por eso le diría a la audiencia que no tenga miedo a intentarlo, porque a veces en esto hay mucho.

“Es como la crítica, que es algo a veces duro, porque en tus inicios tu trabajo no es tan bueno, o no está tan perfeccionado, entonces viene la crítica, o el temor a hacer algo que tienes ahí, porque ya tienes una línea, dices, me van a criticar si ando haciendo esto, yo creo que lo poco que he aprendido durante todo este tiempo es eso, a intentarlo, si tienes una idea, hazla, porque a lo mejor es buena, y a veces el miedo te abraza y no te deja, eso y que se preparen, que sigan preparándose, que sigan preguntando, investigando, y sobre todo hay una palabra que a mí me encanta, que siempre estoy tratando de actualizarme con esa palabra, que se llama la experimentación, no casarse solamente con una forma de hacer, sino seguir alimentando el alma con otros medios, con materiales, que esta locura que voy a hacer, porque a veces nos trazamos como una forma, y no nos damos cuenta, puede ser una obra muy buena, pero creo que esa es la parte del niño que hablaba Picasso, el niño experimenta, juega, trabaja y transforma, entonces a veces estamos muy mecanizados, porque el arte va junto con pegado, a veces con una parte de la economía, quieres vender tu pieza, o quieres que el galerista se enfoque en ciertas piezas, y a veces ya te mecanizas a pintar ciertas cosas, y hay cosas que son más vendibles o decorativas que otras, obviamente el arte es decorativo, pero unas son más que otras, caemos en un círculo a veces vicioso, entonces hay que salir totalmente y seguir experimentando, proponiendo, y si ya tienes una línea buena, también modifícalo, cámbialo”.

Aceptó que hay mucho por aprender, a veces cuando empieza a investigar y a buscar, hay tantas cosas que dice, no sé nada, híjole, sigo pintando mi rayita, mis triangulitos derechitos, y da una frustración, la necesidad de seguir renovándose, él tiene una línea, todo lo ve cuadrado, lineal, a veces quiere hacer algo natural, y cuando viene a ver ya está con una forma geométrica, una manzana, de ahí viene el gusto por su caso, tiene varias referencias, cuando empieza con este rollo, a pintar, y busca estas referencias, encuentra a Picasso, a Dalí, a otros artistas, y después de todo ese caminar, le gusta mucho Rufino Tamayo, ya como técnica, Sebastián, este escultor monumental que es autor del Caballito Amarillo, Cabeza Amarilla que está en México, tenemos aquí una obra de él que es La Antorcha, que está por Home Depot, es un artista geómetra, monumental, y así el suprematismo en algún momento de su vida alimentó la imaginación, por ahí ha encontrado autores como David Smith, un artista de los años 60, 40, que cuando ve su trabajo, se alimenta, hay mucho de donde, pasado, presente, y obviamente el arte contemporáneo ahorita está muy raro.

“Ha cambiado abruptamente en cinco o 10 años prácticamente, poner algo muy contemporáneo en una espacio conservador como lo es, por ejemplo, Tuxtla Gutiérrez, lo van a ver raro, no estamos todavía preparados, ni tenemos los espacios adecuados para poner instalaciones más conceptuales, la gente todavía no alcanza a percibir esta línea del arte, al menos los que piensan románticamente, el ver abarrotadas una exposición, porque lo ha habido, han traído buenos artistas, muchos extranjeros o nacionales pero ya con cierto nombre, eso ayudaba a alimentarnos a nosotros que somos de provincia y que no muchos podemos viajar, a los museos, a otros países, eso te ayuda, ahorita el internet ayuda pero no es lo mismo ver la obra físicamente, los matices, la textura, cómo lo habrá hecho, a ver una fotografía, nuestro público todavía está renuente un poquito, nos cuesta mucho que la gente asista pero creo que es algo cultural, tenemos un vacío en nuestras primarias, en nuestras secundarias y no es de ahorita, es un camino que hay que ir trabajando”, señaló. El arte, la música, la danza, la literatura lo ven como algo muy secundario, como una materia que ahí está, no se le inculca al niño desde temprana edad y a veces también con el trabajo, el ir y venir en casa no se propicia, cuesta un poquito que la gente todavía asista, pero, ahí van, no van a claudicar, hay que seguir cambiando, esa es la idea, lo puedes encontrar en Facebook como Alberto Vera y en Instagram como alberto.vera, ahí en Instagram está bastante del trabajo que se viene haciendo desde Casa Taller La Pajarera, que se ubica en la quinta sur entre 14 y 15 poniente, ahí es su casa, ahí vive, ahí se hace todo, ahí está todo el relajo, en Instagram está más el trabajo, en Facebook ya puede haber un poquito de chisme, la familia, pero ahí está, en esas redes lo puedes encontrar.

Recuerda que desde este espacio seguiremos sumando esfuerzos, porque entre todos podemos lograr en un corto plazo generar esta dinámica, es un buen desafío,m, es una lucha constante y no va a durar poco, pero no van a claudicar en la manera de sus posibilidades, pues tienen amigos, compañeros, ahora El Sie7e que se suma también a esta propuesta.