Danicornio, creatividad y emprendimiento chiapanecos

Tuxtla.- Hoy nos acompaña en este espacio una mujer chiapaneca que, a través de lo más pequeño, ha hecho grandes cosas, ella es Ana Daniela Hernández León, mejor conocida como Danicornio, artesana en miniatura y talentosa con las creaciones que moldea a mano, quien a sus 33 años de edad y con una licenciatura en administración, se ha convertido en un referente en el emprendimiento.

“Yo nací en Tuxtla, pero crecí en Pijijiapan, porque la familia de mi mamá es de allá y se fue a trabajar para allá, entonces nos fuimos, regreso a Tuxtla para la universidad y ya aquí me quedé, hace unos 10 años, aquí me quedé, aquí he trabajado y aquí nació Danicornio… Pijijiapan es un pueblo pequeño muy cerca del mar, yo tenía la idea de estudiar algo de diseño, es lo que me atraía, pero siempre están los que te dicen que de eso no vas a vivir, vi otras opciones y en esas estuvo administración en la UNACH, hice el examen y pasé.

Realmente sí le gusta su carrera, que va de la mano con la administración de un emprendimiento o un negocio, de hecho, gracias a la carrera nace Danicornio, y es que cree que trae la habilidad desde muy pequeña, su mamá es maestra de educación especial y en los CAM hay un área de taller, en la escuela de su mamá estaba el taller de manualidades y ella se la pasaba ahí con la maestra, aprendiendo a hacer muchas cosas, y una de ellas era hacer la pasta francesa, que es con maicena y pegamento.

“Cuando yo estudié la carrera, creo que fue en octavo, séptimo semestre, teníamos que crear una empresa y hacerle su plan de negocios, todo el proceso de producción, entonces digo, ¿qué hago? ¿qué sé hacer? Porque todos se enfocaban a las comidas, y dije, lo mío es otra onda, siempre lo he traído realmente, y empecé a hacer figuritas de lo que era pasta, yo hice todo, mi manual de procedimientos, todo, pero era de pasta, no de arcilla, no recuerdo ni el nombre que le puse, no fue Danicornio, eso ya nació en las redes, pero de ahí empiezan a comprarme mis compañeros, una maestra me pidió unos aretes de guitarra, que fue mi primer pedido, y ya luego con los familiares, vienen las ventas en Facebook, antes eran los grupos de ventas, y empiezo a ofrecerlos, ahí va creciendo poco a poco”, narró.

Luego, fue investigando, porque es autodidacta realmente, nadie le enseñó el modelaje, y encuentra lo que es el material que hoy utiliza, que es la arcilla polimérica, un material que lleva un proceso de horneado para que pueda endurecer y al final queda como un plástico, la arcilla la compra ya hecha, la pide de fuera, es como una barrita de plastilina, la agarras y te pones a modelar con lo que tengas en casa, aparte de tus manos, puedes usar un palillo, un pincel, ella empezó con un palillito y una aguja, todo es a mano.

“Depende mucho del modelo, de repente se me ocurren modelos y digo, vamos a ver cómo quedan, y hay cosas, como un parachico, que llevan mucho detalle, con molde sería un poco difícil, son chiquitos, me ayudo con medidores o con exactos, ya tengo más herramientas que me facilitan un poquito el trabajo, pero realmente todo es a mano… el proceso después del horneado, por ejemplo, hay detalles que se pintan, ya sea el elote, las florecitas, y hay otros a los que les agregamos brillo, ya depende del modelo el proceso al terminar, después se le pega el broquel a los aretes o se cuelgan en algún arito para hacer aretes”, dijo.

Nada más en el horneado, depende de la pieza del grosor, se lleva de 45 minutos a una hora y media, igual el modelado, ya hay diseños que se sabe de memoria y puede modelar en 15 minutos, pero hay diseños que le llevan muchísimo más tiempo por los detalles, por las cosas que le pone extra, que le llevan una hora, hora y media, ahorita está haciendo la casa de jengibre y lleva aproximadamente 15 días trabajando en ella porque esta se deja secar, aparte de que la dimensión es totalmente diferente, si lo hago con ese material pesa, pero es una bolsa, la llevas y aparte le pones tus cosas, el chiste era que no pesara tanto, fue en el 2020 que experimentó con un montón de materiales hasta que llegó a este, que es una pasta de Tailandia, como el foamy moldeable pero menos chicloso, lo que permite que el modelado sea más perfecto.

“Lo tengo que dejar secar y ya después lo tengo que ahuecar, porque aquí van las cosas, ya que está seco, se pinta, se pone la tela, el cierre lo costura a mano, le pone la cadena y al final un brillo para protegerlo..: cuando yo tenía esa edad, y creo que hasta la fecha, realmente no me da pena decirlo, me gustan los unicornios, y yo soy del signo zodiacal capricornio, entonces, por ahí tiene mucho sentido que sea Danicornio, realmente nació un día, pensando cómo le pongo, Creaciones Dana o Dani, y dije, no, no es nada original, mi marido me regala mi peluche de unicornio, todo fue de la mano, y dije, es Danicornio, voy a bazares, y me dicen, tú eres Danicornio, nadie me dice Dani, Daniela, me conocen como Danicornio, y ya se quedó impregnado ese nombre en mí, es mi alter ego”, señaló.

Dani vende sus creaciones en redes sociales y en su taller, a donde ahorita ya pueden llegar, y es que Danicornio en sí surge hace unos 11 años, entonces empezó vendiendo en las redes, lo primero que fue Facebook, de ahí viene Instagram, hubo una temporada que Instagram para ventas fue muy bueno para ella, por ahí de la pandemia, de ahí empiezan a surgir los bazares, por ahí del 2000, el primero al que fue estaba en San Cristóbal, por ahí del 2018, pero eran pocos, apenas se empezaba a poner de moda, y es que en la pandemia no solo fueron los bazares, sino los emprendedores, esa necesidad de vender, estabas en tu casa, muchos perdieron su trabajo, y nace esa necesidad de crear algo, hacer algo, traer dinero a la casa, porque estás en tu casa, pero aún así gastas.

“Yo lo comparé muchísimo, porque yo recuerdo que iba a los bazares y éramos un grupo en Sancris que nos veíamos las caras siempre, igual en Tuxtla, después de pandemia, se crean muchísimos bazares, la verdad es que es con un gran apoyo, ves caras nuevas, empiezas a ver y a ver, y es bonito porque conoces gente nueva con otras habilidades que tú no sabías, con otras cosas nuevas, innovadoras, que dices, ¡órale! Eso nunca se me ocurrió, hasta ahorita se ven muchas cosas muy bonitas en los bazares… el emprendimiento en sí es una administración, siento que tener la idea no es lo difícil, sino lo que conlleva, sacar tus costos, sobre todo para las personas que lo hacemos, porque igual puedes comprar, le aumentas el precio y ya, pero para nosotros lo que lo hacemos es checar el costo de la materia prima, los insumos, al menos yo, por ejemplo, que uso horno, lo que es la luz”, mencionó.

Dijo que no solo son los costos, es ver los procedimientos, qué otros materiales necesitas,ñ, el marketing, ella es la de marketing, la de las fotos, la de las redes sociales, la creadora, todo eso tiene que ver con la administración realmente, antes de pandemia hasta su esposo trabajaba con ella, pero después buscó un trabajo y ahorita está trabajando, se volvió a quedar sola, de ahí eran un equipo y lo sintió más tranquilo, y ahorita que está otra vez sola, es un reto, además es buscar su nicho de mercado, porque se tiene que dirigir a esas personas, ver qué es lo que les gusta, innovar constantemente, eso cree que va mucho con Danicornio, porque Danicornio es un unicornio, y probablemente fue de los primeros modelos que hizo, con los años ya le compraron muchos unicornios.

“¿Qué más puedo vender? La innovación también es un proceso constante, a mí me funciona mucho, por ejemplo, las temporadas, lo que fue Día de Muertos, hacer cosas exclusivas, ahorita viene diciembre, entonces hay que hacer cosas exclusivas de diciembre, tengo que estar haciendo una bolsa de una casa de jengibre, hay que estar en constante innovación también… creo que mi trabajo es muy emocional, a veces tienes como ese bloqueo creativo, y dices, ¿qué más? Y sobre todo, los emprendedores que lo hacemos todo, ¿cómo me veo en un futuro? Me sentía como estancada, ¿y esto para dónde va? O sea, me gusta, amo mi trabajo, pero ¿qué más puedo hacer? Entonces, creo que en sí el bache más difícil que he tenido ha sido emocional, porque tuve un bloqueo creativo, pero ya estoy de regreso, creo que sí es válido caerse, pero hay que volver a levantarse. Además, pasa algo, de que te sientes culpable cuando no trabajas, dices luego, sí hay que descansar, porque es un agotamiento no físico, es también mental, es válido”.

Y es que puedes decir, me voy a salir de mi trabajo porque voy a emprender, porque quiero ser mi propia jefa, pero es mentira, es también crearte una disciplina de que eres tu propia jefa, tienes que ponerte horarios, es una autoexigencia, soy mi propia jefa, pero no por eso me voy a explotar, pero tampoco le voy a echar la flojera, el emprendimiento es como un reconocimiento no ante las demás personas, sino personal, porque te da la oportunidad de crear algo que tú estás haciendo, algo que es tuyo y es para ti, estás cumpliendo tu sueño y no el de otras personas, con eso lo ve, recuerda sus trabajos y nunca fueron de ocho horas, son de doce horas de estar trabajando, cumpliéndole el sueño a alguien más, cuando puede cumplir su sueño, haciendo algo que realmente le gusta, que le apasiona, como para estarle generando a alguien más o cumpliéndole el sueño a alguien más, eso es para ella importantísimo.

“Creo que en todos los aspectos de tu vida la disciplina es bien difícil, crearte una rutina sana, porque a veces ahora sí que nos explotamos nosotros mismos, yo tenía esa costumbre de desvelarme hasta las 4 de la mañana trabajando, y dije, no, me estoy matando, subí mucho de peso, estaba comiendo mal, y dije hasta aquí, tengo que crear mi rutina, mis horarios, de tal hora a tal hora voy a trabajar, tengo que tener mi hora de comida, regreso un rato al trabajo, pero ya me dedico a la fotografía, al marketing, a contestar mensajes, es crearte esa rutina, creo que es lo más importante y en lo que a veces fallamos mucho, y algo también bien importante es cobrar bien tu trabajo, yo recuerdo mucho cuando empecé en San Cristóbal y, ¿cuántos no menos? Yo fui a un bazar en Mérida hace años, hasta eso era un evento de anime, y allá no me regatearon, también depende muchísimo del lugar, de la cultura”, puntualizó.

Danicornio, considera, es algo lindo, y lo mejor es el conectar con las personas, porque te dicen algo y ya después tú lo ves, tus amigos y tus familiares probablemente no sean tus clientes porque no es tu nicho de mercado, no porque ellos no quieran, pero los clientes después se convierten en amigos, y para ella eso es bien importante… en las fechas en las que estuvo ausente, que fue bastante tiempo, siempre había un mensajito de que no había hecho cosas nuevas, si estaba bien, conectar y conocer, otras personas nada más te conocen en las redes sociales, pero te preguntan y se preocupan por ti, eso es bien bonito, recibir esos mensajes de ánimo, o cuando entregas un pedido, entregas una bolsa de pastel y la chica fascinadísima porque supe plasmar lo que quería, leer y escuchar eso realmente llena muchísimo, siente que es lo más bonito que tiene Danicornio.

“Estamos en Instagram como @dani_cornio, en Facebook como Danicornio, nos encuentran en bazares, ahorita estábamos en Las Tuxtlecas, creo que van a regresar, en la Pink Carpet, próximamente que es Pink Carpet y Camelot, ahí nos van a encontrar ahorita en diciembre, probablemente hay algunas otras, en el Joyyo Mayu también vamos, ahí estamos a la orden… Primeramente un mensaje a mi esposo, porque cuando yo le digo mis ideas, él no me dice que no, realmente estoy muy agradecida con mi familia, con el amor que me tienen, con la paciencia que me tienen, porque soy muy hiperactiva, imagínate lo de la bolsa, tenía yo la idea en la cabeza hasta que lo logré, el amor y la paciencia que me tienen mis familiares es lo que realmente no me han dejado rendirme”, finalizó.