El Benfica obra el milagro
El Benfica se dio un festín ante el Maccabi Haifa, ganó 1-6 y obró un milagro impensable antes del inicio de la jornada: empatado a puntos y a diferencia de goles con el París Saint-Germain, la mayor cantidad de tantos a domicilio premió a un equipo invicto esta temporada con un liderato merecido.
El grupo H tenía los nombres de los clasificados para octavos encima de la mesa antes del inicio de la última jornada de la fase de grupos. Sólo quedaba por dilucidar el del líder y el del equipo que iría a la Liga Europa. Maccabi Haifa y Juventus, peleaban por el premio menor. Benfica y París Saint-Germain, por el más importante. Todo, se jugaba en dos estadios diferentes.
El Benfica reaccionó rápido. Se hizo con el control de la pelota y enseguida comenzó a acumular ocasiones: primero, Gonçalo Ramos se encontró con un poste; después, Rafa Silva se inventó un derechazo desde fuera del área que salvó Cohen; y, al final, Gonçalo Ramos, aprovechó una asistencia de Otamendi para abrir el marcador con un cabezazo.
Su acierto, dio una alegría efímera al Benfica, que a los 26 minutos recibió el tanto del empate. Lo marcó Chery, de penalti, tras una mano que tuvo que revisar el VAR y que dio una alegría al Maccabi Haifa. Y, después, el cuadro portugués se quedó sin Gonçalo Ramos, que se fue lesionado del partido. Uno de los hombres más en forma del Benfica, se quedaba fuera de la pelea.
Y así se llegó al último guión que quedaba por escribir, el de la segunda parte, que iba a completar la película. En el otro estadio, en Turín, el choque tenía el mismo marcador (1-1) y todo se iba a decidir en los segundos 45 minutos. En ellos, el Benfica no quiso perder la oportunidad y el hombre que sustituyó a uno de los jugadores clave del equipo de Schmidt, Musa, apareció para rematar de cabeza un centro de Bah desde la banda derecha para adelantar a sus compañeros.
Con media hora por delante y una ventaja que le daba el primer puesto, el Benfica fue ambicioso y fue a por la goleada porque el París Saint-Germain comenzaba a ganar su partido. Empatados a puntos, entraba en juego la diferencia de goles. Entonces, comenzaron a caer como churros. Grimaldo, de falta, aumentó la renta. Este fin de semana, ya marcó en Portugal un tanto similar. Anda acertadísimo. Después, Rafa Silva hizo el cuarto , Henrique Araujo el quinto y Joao Mario el sexto.
La cascada de goles terminó con éxito. Consiguió igualar en diferencia de goles al París Saint-Germain y los tantos fuera de casa solucionaron la carambola: el Benfica, líder, consiguió con galones un billete para octavos muy valioso. Las Águilas, vuelan alto por Europa.
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