El Cañón del Sumidero y sus cascadas de temporada
- ALEJANDRA OROZCO
- 16 ago 2024
- 3 Min. de lectura
Tuxtla.- Primero, la grabación de videos indebidos, luego, los deslaves, después, la acusación de supuestos cocodrilos falsos… el chiste es que el Cañón del Sumidero no pasa de moda, y siempre hay algo nuevo que comentar, aunque esta formación data de la época del Pleistoceno, y no fue hasta 1960 cuando lo pudieron explorar y recorrer por dentro.
En esta ocasión, se posicionan en boca de todos porque debido a la temporada de lluvias, las cascadas al interior del recorrido están en todo su esplendor, además de que están surgiendo otras nuevas, de temporada por así decirlo, que llaman la atención de los turistas que acuden a conocerlas.
Entre las cascadas más populares, se encuentran la del Árbol de Navidad y la Cola de Caballo, aunque hay algunas otras formaciones que han compartido los usuarios, así como la cascada Velo de Novia en El Chiflón, o el aumento en general del cauce de este y otros ríos del estado.
Como su nombre lo dice, este parque nacional es un estrecho cañón, por el que corre el río Grijalva, que alcanza 250 metros de profundidad, y mil metros de altura, se calcula que esta falla geológica se abrió hace 12 millones de años, abarca varios municipios e incluso llega hasta Tabasco, el Cañón inicia en el sur en el embarcadero de Chiapa de Corzo, y desemboca en la presa Chicoasén, todo ese recorrido se puede hacer en lancha, que dura de dos a tres horas, y también se puede visitar desde lo alto, en los miradores ubicados al norte de Tuxtla Gutiérrez.
Fue en 1980 cuando se declaró parque nacional, su flora y fauna abarcan más de 21 mil hectáreas y algunas están en peligro de extinción, por lo que se ha procurado conservarlo y defenderlo de amenazas como las especies invasoras y los incendios forestales, sin duda un emblema de Chiapas, no por nada aparece hasta en su escudo.
Durante estas vacaciones de verano, los operadores lancheros reportaron un ligero incremento en las visitas a este centro turístico, aunque no el esperado, siendo 8 de cada 10 visitantes nacionales, aunque también acude un ligero porcentaje extranjero y local.
Oficialmente, la temporada de lluvias abarca de mayo a octubre, que es cuando se pueden apreciar estas cascadas, con sus debidas precauciones y previo monitoreo de las condiciones del clima, esta recuperación en el caudal del río viene después de una sequía que incluso, dejó a los lancheros sin operar algunos días, ya que las unidades encallaban y era difícil movilizarse ante el bajo nivel del agua.
Durante el recorrido en lancha, que ronda los 320 pesos por persona e incluye un seguro de viaje y el uso de chaleco salvavidas, se pueden consumir bebidas refrescantes que venden en el malecón, tomar fotos, se recomienda usar repelente, bloqueador solar, sombreros y manga larga para protegerse del sol.
Si prefieres disfrutar la vista desde las alturas, puedes ingresar a los cinco miradores, el costo para ingresar es de 54 pesos por persona, con descuento para adultos mayores, maestros y estudiantes del 50 por ciento, los menores de 12 años no pagan, y se pueden recorrer en coche propio los 17 kilómetros desde la caseta de entrada hasta el último mirador, Los Chiapa, pasando por El Tepehuaje, El Roblar, La Coyota y La Ceiba, donde también se puede realizar caminata y avistamiento de aves.
En el último mirador hay restaurante, juegos y baños, y se puede apreciar en todo su esplendor la belleza de este sitio entre nubes, las lanchas de ven diminutas y el sonido de la naturaleza es envolvente, una experiencia única poder asombrarse con esta maravilla natural desde distintos ángulos.
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