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Mario Aquino

El Sombrerón, personaje y leyenda de la fascinación chiapaneca

Tuxtla. -Dentro de una sociedad se tienen estándares de apariencia diferentes entre cada individuo, mientras unos se influencias por estereotipos marcados, otros tienden a evadir estos márgenes tan cuadrados evadiendo lo “usual”, esto depende a los gustos o perspectiva de cada persona, pero ¿Qué conlleva esto?, principalmente funge como uno de los rasgos que abordara nuestra siguiente leyenda, un “Sombrerón” cuyo objetivo es enamorar a las jóvenes para perderlas y llevarse su alma.



En cada región centroamericana adquiere un nombre diferente, pero, en el estado chiapaneco, para la lengua tzeltal se le denomina como “K’atinbak’” (el relato del infierno, donde arden los huesos) para los hablantes tzotziles este se denomina “Yahval b’alamil” (Dueño de la montaña) (Cruz M. 2015) dentro de la capital tuxtleca se le sigue conociendo como “El Sombrerón”, un ente que se esconde en las montañas,

principalmente en las cuevas, saliendo a caminar en las noches y parte del día, con el único objetivo de apresar a toda mujer que se tope en el camino, a base de engaños la perderá en el horizonte.


Se dice que este individuo es una persona que nunca se le ha visto la cara, debido a que porta un gran sombrero, eh ahí donde proviene su apodo, porta una capa negra la cual es un distintivo muy peculiar, paseándose por su caballo hasta lograr ver a una señorita divagando sola, dicho personaje va en marcha de la dama a ofrecerle joyas y accesorios de oro, todo lo que ella quiera con tal de irse juntos; capaz de indagar los deseos de su víctima, convirtiéndolos en realidad, es decir, si este llegase a encontrar a una capitalina, se representara en un catrín con los rasgos más llamativos y la capacidad de tener los mismos gustos para congeniar desde un primer contacto, ahora bien, si se fuese una pueblerina o proveniente de una ranchería, él sería un ranchero muy sugestivo, cabe recalcar que al no poder verle el rostro este generara intriga, acercándose lentamente, cuando llegue el momento de un contacto las pocas personas que lo han visto dicen: no tiene ningún aspecto facial, aunque de lejos pareciera una persona normal, cuando estas en contacto con él, simplemente es una calavera.



Aquella persona que cae en su enredo, se va caminando hasta una cueva en las montañas de la periferia, entrando y observando que en realidad habría muchas riquezas, pero no se podrá llevar nada, pues perderá la noción del tiempo, quedando perdida sin poder salir de ahí, en camino a una muerte segura; las pocas personas que han podido salir dicen pasar muchos días dentro de este lugar hasta que encuentran una salida; anteriormente corría el rumor entre la ciudadanía que cuidaran a sus hijas o esposas, las acompañaran en todo momento de igual forma no caer en la seducción de personas “agraciadas”, de lo contrario el Sombrerón las enamoraría y se las llevaría

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