El tiempo vuela, y las mamás nos adaptamos (como podemos)

Ser madre en estos tiempos modernos es como subirse a una montaña rusa sin cinturón de seguridad: cada día es una nueva aventura y, sinceramente, a veces parece que nosotras somos las que nos estamos quedando atrás. ¡Todo ha cambiado tanto! Y cuando digo todo, me refiero a absolutamente todo: desde la forma en que los jóvenes se ven, hasta los valores y la manera en que se educan.

Antes, la moda para nosotros era algo más simple. ¡Recuerden esos vestidos largos o los pantalones sin un solo desgarre! Ahora, miro a los jovenes y no sé si salieron de casa a propósito con esos jeans rotos o si se tropezaron con un alambre de púas en el camino.

En cuanto a los valores y la educación… ¿Qué puedo decir? Nosotras crecimos con una noción clara de respeto, y ese respeto venía acompañado de un poquito de miedo a los papás. Solo bastaba que mi mamá me mirara desde el otro lado de la mesa, y ya sabía que tenía que comportarme. No hacía falta más. ¡Hoy es otro cuento! Los jóvenes tienen una confianza para hablar que a veces me deja sin palabras. Te explican sus sentimientos, te cuestionan las reglas, y hasta te hacen reconsiderar si realmente estás siendo “justa” o no. ¡Imagínense si yo hubiera hecho eso en mi adolescencia!

Es impresionante ver cómo han cambiado las formas de educar. Antes, cuando nos decían que hicíamos algo, lo hacíamos sin cuestionar. Las cosas eran claras y directas. Hoy, parece que hay que negociar todo. No es que esté mal —de hecho, creo que he aprendido a ser más flexible y comprensiva gracias a esta nueva generación—, pero a veces me encuentro recordando con nostalgia aquellos tiempos en que la palabra de mamá era la ultima palabra.

Y es que, aunque el mundo ha avanzado y nuestras maneras de criar han tenido que adaptarse, todavía hay cosas que no cambian. Ser mamá sigue siendo una tarea desafiante, pero también llena de amor y gratitud. A veces extraño esos días en los que yo era la que tenía todas las respuestas, pero también me doy cuenta de que ahora soy la que aprende de mi hijo, y eso esta bien.

Al final del día, ser madre en estos tiempos no es solo adaptarse a los cambios de moda o a las nuevas formas de educar, es aprender a encontrar ese equilibrio entre lo que nos enseñaron y lo que ellos nos enseñan ahora. Y, aunque a veces nos cueste admitirlo, está bien ceder en algunas cosas... pero solo en algunas, ¡porque todavía somos las mamás, y siempre tendremos l!

Así que, si quieren escuchar más de estas historias y compartir sus propias experiencias, las invitamos a ver el programa completo en la página de YouTube de El Sie7e de Chiapas .Hablemos de Ser Madres .