Elemental, función de la mujer rural en la conservación de las ANP’s
Tuxtla.- Para Adrián Méndez Barrera, director regional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), el papel de la mujer rural en la conservación de las ANP’s de Chiapas ha cobrado mayor relevancia en los últimos años.
Aunque no ha sido fácil la incorporación del sexo femenino a esas actividades que históricamente atañe a los hombres, han logrado una transformación en las comunidades y se pueden palpar en los proyectos en los que han intervenido, dijo.
Ha sido, agregó, una labor de insistencia y paciencia, sin embargo detalló que en ese proceso de incorporación han emprendido un camino de unificación en sus comunidades, lo que ha permitido una mejor convivencia entre la naturaleza y el ser humano.
Ejemplificó la participación de la ejidataria y activista Ofelia Ramos Fernández, quien desde hace algunos años forma parte del monitoreo biológico y ganadería silvopastoril de la Reserva de la Biosfera La Sepultura.
“Su participación en las acciones de conservación dentro de esa reserva ha ayudado a contener la degradación del suelo, la tala de árboles, a frenar la ganadería extensiva y a contrarrestar la cacería furtiva”, resaltó.
Ramos Fernández es activista y agente rural de la comunidad Adolfo López Mateos y desde hace varios años se ha involucrado junto con otras mujeres en la colocación de cámaras trampa para el monitoreo biológico, y en la implementación de técnicas silvopastoriles que permiten, al mismo tiempo, la autosustentabilidad y la conservación.
“Las mujeres cada vez más trabajan como monitoras comunitarias; antes eran los hombres quienes llevaban a cabo el monitoreo, pero resulta que las mujeres son las más apasionadas en el monitoreo”, señaló Ramos Fernández.
Otras mujeres como Ivonne Miguel Rodríguez, consejera asesora de la reserva de la Biosfera Volcán Tacaná y Karla Leal Águila, integrantes del consejo asesor de la Reserva de la Biosfera el Ocote, también han tenido una participación activa, junto con mujeres de las distintas comunidades, en la conservación.
Ambas asesoras han destacado que, a través de cursos y talleres, se ha permitido a las mujeres de las comunidades asentadas en de las ANP, tener una mayor participación y ejercer tomas de decisiones.
Eso ha contribuido a una mejor gobernanza, “pues si nosotros no hablamos no nos van a escuchar, tenemos que ser insistentes en la participación para que se trabaje en conjunto. Hay discusiones pero si se insiste se puede lograr un poco de la gobernanza en las mujeres”, mencionó Ofelia Ramos Fernández.
Un avance en el país, añadió, es que ya podemos ser ejidatarias, pero se tiene que cambiar poco a poco esa idea de que las mujeres no pueden representar porque no sabemos leer las leyes; eso tiene que cambiar y se tiene que volver más hacia la participación de las mujeres, de esa forma se podría avanzar en la gobernanza y cerrar la brecha que históricamente ha existido, concluyó.
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