Fauna silvestre no se recomienda como mascota
Tuxtla.- En el mercado negro se puede encontrar todo tipo de artículos, pero también seres vivos, tal es el caso de las mascotas “exóticas” que lejos de ser un lujo, pueden resultar un verdadero peligro para quien las adquiere, así como al equilibrio del ecosistema.
Ernesto Eduardo Perera Trejo, curador del Museo Cocodrilo del Zoomat, señaló que existen dentro de estas mascotas ilegales diferentes especies como aves, principalmente psitácidos, algunas aves canoras, reptiles como tortugas, iguanas o serpientes, prácticamente muchas especies, dice que no hay en sí un número definido, pero el comercio con cocodrilianos ha sido disfrazado como una estrategia para promover su conservación.
“No solo las crías, se da el manejo en las unidades de manejo ambiental (UMA), no obstante existe el mercado, que si bien la cacería ha mermado, afecta la extracción de críos para comercio ilícito; está el cocodrilo de río o el caimán de anteojos, que la gente con cubetas o cajitas los ofrece en vía pública, obteniendo un lucro a través de su venta”, describió.
Esto representa un delito ambiental que se sanciona hasta con cárcel, además del año al ecosistema ya que muchas especies se encuentran en peligro de extinción, o se desequilibra la cadena alimenticia, por eso el especialista recomienda tomar este problema con la seriedad que amerita, y no ser parte de la causa, sino de la solución.
“Lo que puedes hacer es tomar la mayor información que uno pueda visual de las características de la persona, en qué sitio lo vio, en qué horario y eso reportarlo a las autoridades, la Profepa, la fiscalía especializada en delitos ambientales, para que ellos sean quien realmente lleven a cabo estos procesos para detención de las actividades, además de que no se recomiendan como mascotas o animales no convencionales.
Añadió que el detalle, es que esos animales tienen como fauna silvestre requerimientos biológicos muy específicos y la gente piensa que es como comprar un perro o un gato, que son animales muy habituados al manejo del ser humano, pero estos requerimientos térmicos o nutricionales muchas veces son manejados de muy mala forma y luego llegan a crecer hasta ciertas tallas en que la gente ya no los quiere, o no los puede tener, así, cuando ellos los reciben, ya vienen afectados nutricionalmente o con su salud comprometida.
“Además tienen instintos, uno puede pensar que el animal ya lo conoce, pero alguna situación puede afectar su comportamiento y ponerse agresivo, hay accidentes y le echan la culpa al animal cuando no tuvo nada que ver, en tanto este fenómeno se mantiene”, dijo el especialista.
Al respecto, añadió que hay algunos años que reciben una especie en resguardo, otros hasta 18 casos, la idea es que esto vaya mermando hasta desaparecer, pues no recomiendan la posesión de estos organismos; el promedio tan solo en el zoológico es de 5 a 18 ejemplares al año, ya sean decomisados o de personas que tras comprarlos, se dan cuenta de que no pueden mantenerlos ni manejarlos, y los llegan a entregar.
Comments