Federico Miceli, primer ingeniero bioquímico en la entidad
Tuxtla.- El ingeniero bioquímico es aquel profesionista que se dedica a aprovechar, transformar e industrializar sistemas biológicos, es decir, plantas, animales, microorganismos y moléculas, en Chiapas esta carrera tiene 50 años de existencia, y Federico fue uno de los primeros cuatro egresados de su generación inicial.
Fue en 1974 cuando Federico Antonio Gutiérrez Miceli ingresó al Tecnológico de México campus Tuxtla, antes conocido como Tec Regional, la ingeniera bioquímica y la industrial fueron las primeras dos carreras ofertadas, y a él le tocó ser parte de esa primera generación, de la que guarda recuerdos y memorias muy significativas.
“Algunos de mis compañeros se emplearon en la planta productora de moscas, otros eran docentes en el Cobach, yo entré a la fábrica de Nestlé en Chiapa de Corzo, todo esto mientras estudiaba, entonces ya tenían experiencia antes de egresar, tuve que renunciar a mi trabajo para titularme en 1979, porque si no, no me daba tiempo”, recordó.
Su historia es curiosa: él estudió en la Preparatoria 1 donde estuvo en el área de medicina, la única oferta educativa afín en ese entonces era medicina humana en la Unach, pero no le gustaba, y sus papás no tenían recursos para mandarlo fuera a estudiar, entonces supo a través de su hermano, que presentó examen de admisión para ingeniería industrial en el Tec, que iba a haber bioquímica, investigó qué era y vio que eso sí le gustaba.
Admite que entró a estudiar sin saber mucho de la carrera, pero que sin duda la volvería a estudiar, actualmente es docente e investigador en el mismo instituto, dirige proyectos de investigación relacionados con el campo, un laboratorio de tejidos vegetales, idea trabajos para mejorar cultivos agrícolas como el maíz o cacahuate, pasando todo ese conocimiento a las nuevas generaciones.
"Tenemos resultados en campo, usando técnicas innovadoras como láser, ultravioleta, electromagnetismo, para hacer que los cultivos tengan mayor rendimiento, mayor crecimiento y también mejor calidad en los productos, por ejemplo maíz fortificado con nanopartículas, controlando plagas de maíz y cacahuate, con resultados también en laboratorio”, señaló.
Asimismo, están trabajando en la producción de resveratrol, sustancia anti envejecimiento, proyectos para la salud, todo en conjunto, no solo con investigadores del Tec, sino con otros alumnos e instituciones como el Instituto Nacional de Cardiología, con quien indagan sobre mecanismos y alternativas para controlar el cáncer.
Su carrera va de la mano con otras ingenierías, como la ambiental, tecnología de alimentos, todo se tiene que ir innovando muy rápido, enfatizó en la presión mundial por el consumo alimentos, la seguridad alimentaria que se define como que todos tengamos posibilidad de alimentarnos de manera racionada, todo lleva la necesidad de ir innovando en técnicas, desarrollar mejores procesos para transferirlo a campo, y le gusta ser parte de eso.
“Yo todavía me siento joven, hay una edad psicológica, biológica, cronológica, yo llego a trabajar y revivo al ver a mis alumnos entusiastas, ellos son parte fundamental de mi permanencia en la academia, me siento muy feliz cuando un alumno se sorprende de lo que descubre en el laboratorio, cuando establecemos un proyecto, cuando definimos una metodología, cuando tenemos un resultado, eso me mantiene muy contento", finalizó por quien además, fue nombrado un laboratorio de tejidos vegetales en su alma mater.
Comments