Fieles se rinden a San Judas Tadeo

Tuxtla.- Desde la madrugada de ayer miércoles, los fieles arribaron a la iglesia de San Judas Tadeo, ubicada en la colonia Los Manguitos de esta ciudad, para festejar el día grande de su santo patrono, el señor de las causas imposibles.

Aunque de acuerdo con algunos voluntarios, la afluencia en esta ocasión fue baja en comparación con el año pasado, nada paró a quienes querían agradecerle a esa imagen por los favores recibidos, sobre todo en estos momentos de contingencia sanitaria por el SARS COV-2.

Con veladoras, escapularios, estampas y otros artículos, los fieles ingresaban poco a poco al recinto religioso, cuya capacidad máxima por cada una de las misas fue de 70 personas, para evitar aglomeraciones y posibles contagios por ese virus.

Quien buscaba ingresar al lugar tenía que hacerlo con tapabocas, pues de lo contrario no se lo permitían. Incluso, los encargados de recibir a las personas colocaban gel antibacterial y emitían algunas recomendaciones, como respetar la distancia, como lo marca el reglamento de Salud.

Flor de María Vázquez Aguilar advierte que, desde hace al menos 20 años, está involucrada en la ayuda para el mejoramiento de la parroquia, y sobre todo para las festividades a San Judas.

“La verdad ha estado muy tranquilo, ha venido gente, pero no mucha, aparte que no se permite el amontonamiento”, afirmó la creyente, quien refirió que ayer le tocó también vender veladoras con la imagen de Judas Tadeo.

A pesar de todo, aclaró que las personas no fueron detenidas por la pandemia, y por el contrario acudieron para agradecer por todo lo que les ha apoyado, “por esos milagros, y le seguiremos pidiendo, que nos cuide, que no nos enfermemos de este virus, que nos permita vivir, sobre todo por los más pobres”.

De acuerdo con la Biblia, San Judas Tadeo formó parte de los 12 apóstoles de Jesús de Nazaret, e incluso se le menciona como el “hermano” de él. De hecho, ha ganado tanta popularidad, que lo ponen a la par, en número de devotos, a la Virgen de Guadalupe.

“Es muy milagroso, y te protege y te cumple en todo, en salud, en economía, para el cuidado de la familia”, comentó Juan, otro feligrés que, año con año, no se pierde su visita a esta parroquia, para llevarle flores o veladoras a su santo patrono.