Gricelda Mercado, una artista colectiva

Tuxtla.- Nuestra invitada de hoy, Gricelda Mercado, es originaria de la Ciudad de México, ella es arquitecta de profesión y amante del arte desde chiquita, está aquí porque en primera se enamoró, se casó con su compañero de vida, que también es arquitecto, y posteriormente se enamoró del estado, ama todas las riquezas que se encuentran en este lugar y se siente más chiapaneca que nada, el hecho de poder tener a la mano o estar rodeada de la naturaleza es algo súper importante para ella, tener esta conexión con la madre tierra, piensa que es una adopción mutua, por eso está acá.

“Va a sonar a cliché, yo creo que la mayoría de los artistas siempre decimos que es algo que traemos, yo inicié de forma autodidacta desde muy chiquita, a muy temprana edad, yo ya dominaba ciertas técnicas que en su momento no sabía que eran técnicas y que se utilizaban de esa manera, simplemente conforme pasaba el tiempo y con algunas escuelas en disciplina, iba sabiendo que el óleo se utilizaba de tal manera como yo lo hacía de manera normal, el hecho de utilizar los gises como pasteles, el acrílico, realmente fue algo desde muy temprana edad, uno de mis primeros concursos lo gané cuando tenía tres años en temas de interpretación, composición, de ahí se fue desarrollando, también tiene que ver mucho que mis papás fueron parte, se dieron cuenta de este talento que tenía, cuando crezco, se transforma en otra cosa, pero nunca dejé de guiarme por lo que yo quería, era algo que tenía que hacer”, comentó.

Su obra tiene que ver mucho con Chiapas, es muy implícito en su vida, está rodeada por su naturaleza y sus recursos naturales, tiene que ver también con este personaje que a veces es la ausencia, y no de alguien que cuenta una historia dentro del lienzo, pero también de las flores de los pueblos originarios de Chiapas, en la transición del tiempo que lleva en el arte desarrollando en Chiapas, hay ausencias en toda su carrera, y en todas sus series, ausencias; también hay presencias de color, ella no sabía durante esa transición que el color de alguna forma se presentó cuando conoce estas riquezas de todas las flores que componen cada sitio de Chiapas, incluso hasta algunos animales.

“Aunque no es regionalista mi obra, sí tiene estos conceptos que se basan para la construcción de cada una de ellas, incluso, esta obra participó en una exposición en España, en un concurso de patrimonio historia, también utilizo lo que son injertos de estas flores y textiles que hacen, en este caso, de Zinacantán, estos relieves que se van componiendo dentro de la misma figura y estos brotes que hay en la obra, es esta reconstrucción de hacer presente que la historia puede estar siempre, que puede contar algo en el futuro”, compartió.

Hoy en día, cree que algunos artistas justifican o tienen esa sanidad de justificar un tiempo, pero más que justificar es realmente darle esa importancia a la obra, quitarse esa manera de darle un sentido a la obra, lo que quiere al menos en su obra es producir un sentimiento en las personas más que una interrogativa, porque entonces ya no se vuelve arte, se vuelve otra cosa, y en el caso de las generaciones nuevas, siente que están en búsqueda de la justificación para poder pertenecer en vez de tener un objetivo y un seguimiento en el arte, que es la de sentir.

“A mí me fue positivo el hecho de no criarme en una escuela de arte, me abrió las posibilidades, yo soy arquitecta, fue una decisión que tuve que tomar en la vida para poder ser alguien, porque se creía este mito de que no, pero dentro de ese encuentro, a la par, pude llevar mi carrera profesional en el arte, y me encontré en el camino grandes maestros, más que maestros de academia, maestros de vida que me aportaron mucho al arte, es decir, Manuel Felguérez, José Luis Cuevas, Flor Minor, varios maestros, artistas que pudieron darme estas enseñanzas y tips y que pude platicar con ellos, que pudieron observar parte de lo que yo hacía, de hecho, es donde yo retomo el arte, ya de manera independiente y a la par de mi carrera, ya que me decían, si te dedicas ocho horas a la arquitectura, dedícate ocho horas al arte, me decían, tu ventaja es que no te vas a malcriar a quien te quiera acomodar en el orden que desean, sino tú vas a generar lo que tú consideras”, dijo.

Ella cree que es importante que se escuche, porque el arte es una manera de expresar, y qué mejor que expresarse de esa manera libre y auténtica, no por justificar esa corriente, ella cree que es importante escuchar el interior, al final, todos los que pintan regalan ese pedacito de interior que es muy propio, pero que al final se abre para que las demás personas puedan apropiarlo también; cuando hace una presentación se expone en su totalidad, expone cuál es su interior, cuál es ese subconsciente o ese intraconsciente subconsciente que hay, donde lo único que hace es explorar una sensibilidad de la supraconsciencia para poder transmitirlo a otros, lo que pretende generar es abrir una conciencia interna y propia, trata de no justificar, sino que la obra sea quien hable y que las demás personas conecten con ella.

“Si tuviera que elegir una obra que pusiera en mi sala, tengo una obra que a pesar de que el lenguaje pictórico en todas mis colecciones es como muy de la época, muy presente, la hice hace muchísimos años con una técnica que estando en Chiapas no he podido hacer por muchas circunstancias, que para mí es muy significativa, se llama La huida, está hecha en técnica de temple bajo, toda su constitución en cuanto a bastidor, lo hice automáticamente yo, es una obra que a mí me llena y que no la vendo porque le tengo un cariño muy especial, también es una obra que me enseñó a que me desprenda de esos pedacitos que soy y, a veces cuando inicias, no quieres, le agarras tanto cariño como a un hijo, pero sabes que la obra puede trascender y estar en mejores lugares, sí la tengo y se llama La huida”, añadió.

Ella sigue trabajando como arquitecta, hace las dos cosas a la par aunque es tan sencillo, mayormente se dedica al diseño y la construcción, no puede deslindarse todavía de su carrera profesional del arte, que es su pasión, sin embargo, cree que hay momentos en los que puede, no como quisiera, porque realmente la pintura también demanda como la profesión, ambas son demandantes pero sí hay oportunidades, el arte siempre lo ha visto como ese ejercicio o ese hobby, que en su caso no es hobby, es como una terapia y una necesidad en la que busca un tiempo, lo hace a la par, dificultosamente, sí, pero al final es tratar de buscar el espacio y el momento en el que busca esa conexión.

“Estoy en Instagram como griceldamercado_art, y Facebook es lo mismo, simplemente no lo uso tanto, ahorita hay algunas propuestas para hacer exposiciones individuales, sin embargo, estoy todavía en la construcción de más obras, buscando ese tiempo, a veces uno se casa con que las obras requieren de inspiración: yo no creo en la inspiración, yo creo en el espacio, en el tiempo, en el ahora, y creo que se constituyen a través de energías, entonces justo estoy en etapa de construcción y espero pronto poder darles la noticia, para poder invitarlos y que vean un poco más de lo que hoy en día está haciendo Gricelda”, puntualizó.

Añadió que el colectivo es lo que, al menos en su caso, ha sido muy oportuno, es una manera de estar constante y permanente en el área de esta colectividad, o de este sector cultural, es muy difícil constituir obras privadas o de una sola persona, ella inicia así, su carrera inició con exposiciones únicas, lo cual es muy difícil, hasta que se da la oportunidad de poder ser parte de colectivas, ella agradece que la hayan invitado al colectivo para formar parte, porque es el hecho de estar constante y estar presente; con la IA sí hay una diferencia, existe un lenguaje donde hay un punto que se quiebra, no es lo mismo cuando una persona lo transmite, se nota muchísimo, aunque visualmente pareciera que no, ahí es donde entran los que pueden hacer esa diferencia y entenderlo distinto.

“Creo que es importante conectar con la obra, escucharse a sí mismos, más que nada a las nuevas generaciones y a los nuevos artistas, desde que yo llegué a Chiapas, siempre entendí que este gremio del arte debe de trabajar unido, cuántas veces y en los años dorados no se veían estas colectividades y crecían todos ellos, es el único mensaje que me gustaría que realmente se cree en los colectivo, más que una competencia es un empuje y un crecimiento mutuo, nosotros nos contagiamos de conocimiento, de buenas opiniones, siempre generar una comunicación con una estructura ideal para poder comunicarse o hacer una crítica constructiva al compañero, creo que también ayuda muchísimo, trabajar en equipo es lo que hoy en día está generando en muchos países, no solo en México, el hacer equipo sería lo más importante en este caso para las nuevas generaciones, no importa quiénes estén, simplemente es mientras se tenga un aprendizaje constante”, finalizó.