Han fallecido 33 parteras entre 2020 y 2021
- VANESA RODRÍGUEZ
- 5 may 2021
- 4 Min. de lectura
Tuxtla.- Este 5 de mayo se celebró el Día Internacional de la Partera, un oficio que día con día se va profesionalizando y que encierra milenios de conocimientos, cultura, servicio y amor a la vida, una red de apoyo para la maternidad y para la sororidad.

En este marco, el Movimiento de Parteras Nich Ixim realizó una ceremonia y altar tradicionales, en honor a aquellas que ya no están con nosotros, además de hacer un llamado de atención sobre la situación que viven las parteras tradicionales en Chiapas y celebrar que son muchas y que siguen luchando juntas por sus derechos, plantando la semilla de sus conocimientos en nuevas parteras.
“Saludamos a nuestras hermanas parteras tradicionales de todo el mundo que aún resisten junto con sus pueblos la violencia, la discriminación, el racismo y el exterminio, este año decidimos hacer un homenaje a todas las parteras que fallecieron durante la pandemia; honramos su nombre, su trabajo y su vida y no queremos que ninguna de ellas se vaya sin un reconocimiento y agradecimiento público”.
De acuerdo con datos de este movimiento, durante 2020 y de enero a abril de 2021 han fallecido 33 parteras, entre todas suman más de mil 400 años de atención a la vida y de servicio a sus comunidades; además, entre las parteras del Movimiento, 32 tuvieron síntomas sospechosos a Covid-19; algunas incluso llegaron a estar muy graves.
“Desde que asumimos la enorme responsabilidad de ser parteras, acompañamos a las mujeres en sus embarazos, atendemos sus partos y cuidamos que los recién nacidos salgan adelante. El año pasado, a pesar de que la pandemia de Covid-19 nos dio miedo y preocupación, la mayoría de nosotras no dudó en seguir saliendo de sus casas para cuidar a las mujeres”.
De acuerdo a la información recabada durante el año 2020, 200 compañeras parteras atendieron al menos mil 400 partos; en lo que va del 2021 se sabe que 65 parteras han atendido 573 partos y hasta el momento ninguna mujer ha muerto en sus manos.
“Por seguir haciendo nuestro trabajo, muchas de nosotras nos enfermamos, a pesar del riesgo, vimos que, sin nosotras, no había quien atendiera a las mujeres, ya que muchas de las clínicas cerraron y las familias no querían acudir a los hospitales por miedo a contagiarse, aceptamos esa responsabilidad por nuestro compromiso con nuestros pueblos y las mujeres, como lo hemos hecho siempre”.
Sin embargo, declaran sentirse invisibles ante los que son gobierno, pues ya han solicitado en varias ocasiones reuniones para hablar de los problemas que tienen para atender a las mujeres y en especial cuando hay una urgencia durante el parto, pero no las escuchan, ni les dan respuesta.
“El plan nacional de vacunación COVID-19 no nos tomó en cuenta a las parteras como personas que estamos atendiendo la salud y que estamos cuidando a las mujeres, nosotras no recibimos la vacuna, aunque estamos en la primera línea de atención y lo hacemos casi sin protección”.
A pesar de todo el trabajo realizado durante la pandemia, hay lugares donde las instituciones de salud les siguen prohibiendo atender a las mujeres, y con un pensamiento que las desprecia, siguen creyendo que las parteras tradicionales representan el atraso, el pasado, y que la partería tiene que desaparecer.
En Nich Ixim saben que tienen derechos, que la partería tradicional como saber esencial de nuestros pueblos indígenas está reconocida por leyes internacionales y nacionales; así, no van a dejar que las desaparezcan, desplacen ni subordinen, sino que van a seguir trabajando entre ellas y con otras parteras que no están organizadas para que se unan en esta lucha de resistencia para la dignificación de la partería.
“La relación con los centros de salud, los hospitales, las y los médicos, los y las enfermeras, tiene que cambiar. Exigimos una relación horizontal, de respeto y reconocimiento de nuestros derechos, saberes y aportes; nuestro trabajo es imprescindible, no solo porque las mujeres nos eligen, sino porque el sistema de salud continúa con los mismos problemas de tantos años, agravados por la pandemia”.
Cabe recordar que la muerte materna creció mucho el año pasado y ha seguido creciendo en 2021; hasta la fecha, 305 mujeres han muerto por causas relacionadas con el embarazo, el parto y el postparto, lo que afirma y confirma que las parteras no son las causantes de la muerte materna, sino al contrario, contribuyen a que esta cifra no sea aún más elevada.
En algunos hospitales de nuestro estado sigue siendo muy difícil que las mujeres con complicaciones sean recibidas a tiempo y les den una buena atención, incluso se sabe de un caso en que una partera atendió dos partos afuera de un hospital, el mismo día, porque las mujeres fueron rechazadas al decirles que aún no era su tiempo.

“Nosotras como parteras reafirmamos que nuestro primer compromiso es con la vida y la salud de las mujeres y sus bebés, no vamos a dejar de atenderles, aunque no seamos valoradas por el personal y las autoridades de salud, mientras nuestras comunidades nos sigan apoyando y las mujeres nos elijan, continuaremos con nuestro trabajo”.
Como Movimiento, exigieron el cumplimiento de sus demandas, que son el reconocimiento y dignificación de la partería tradicional; libre ejercicio de la partería (que no les prohíban atender a las mujeres); respeto del derecho de las mujeres a decidir dónde y con quién parir; servicios de salud accesibles, de calidad y respetuosos en nuestras comunidades; y derecho a la protección, conservación y transmisión de los conocimientos ancestrales.
“Las parteras tradicionales somos mujeres que hemos estado desde siempre acompañando y cuidando a las mujeres y a nuestras comunidades, además de parteras somos sanadoras, nuestra sabiduría viene de lejos y la seguiremos cultivando, enriqueciendo y compartiendo, a pesar de la ceguera de quienes gobiernan. Las parteras tradicionales seguiremos cuidando el corazón de nuestras comunidades y recibiendo en nuestras manos su futuro, ¡no nos detendrán!”.
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