Igualan a un gol
La brújula de Kevin De Bruyne guió al Manchester City contra el Liverpool, pero se atascó a la hora de decidir el duelo con un penal fallado que dejó las tablas en el marcador entre los dos aspirantes al título (1-1).
El belga asistió a Gabriel Jesús para que hiciese el empate en un partido eléctrico en el que se había adelantado el Liverpool con un gol de penal de Mohamed Salah.
El empate es un resultado que deja mucho mejor a los de Jürgen Klopp antes del parón internacional, con un City que se queda undécimo, aunque con un partido menos.
Pese a ese contexto de necesidad celeste, el que salió mejor al Etihad fue el Liverpool, con la presión alta y el ataque directo y vertical contra los centrales del City -Rubén Dias y Aymeric Laporte- en cuanto robaban la pelota.
El City estaba desconcertado ante la decisión de Klopp de meter a los cuatro atacantes -Firmino, Salah, Mané y Jota- y no tardó en pagarlo en una torpe acción de Kyle Walker. El lateral se llevó por delante a Mané y Craig Pawson, el colegiado del encuentro, señaló penal. No falló Salah y el Liverpool se puso por delante en casa del máximo rival.
Parecía un golpe de autoridad brutal y directo a la mandíbula de los de Guardiola, pero el City tiró del orgullo de viejo campeón.
Empezó a mimar la pelota y a acorralar al Liverpool en su campo. Sterling falló delante de Alisson por egoísta, pero el toque se convirtió rápidamente en la vía para ver la puerta Red, sobre todo cuando los ataques los catalizaba De Bruyne. El belga le puso la pelota a Sterling en la jugada anterior y se encargó de crear el empate.
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