top of page
  • ALEJANDRA OROZCO

Jorge y su hijo, víctimas del desplazamiento forzado

Tuxtla.- Jorge y su hijo, llegaron a Chicomuselo hace varios años del Caribe mexicano, lo recuerdan como un lugar muy bonito, tranquilo, pero hace año y medio la cosa empezó a ponerse fea: balaceras constantes, tener que esconderse por las noches, y todo el clima de violencia que se ve de lejos, pero solo ellos han vivido en carne propia.


Su hijo, Jorge Antonio, tiene 21 años, nació con una parálisis cerebral y dificultad motriz a los seis meses y medio, por lo que se traslada en silla de ruedas y tampoco era fácil moverlo así en los momentos de enfrentamiento, por eso el año pasado decidieron dejarlo todo atrás y salir de su pueblo, para comenzar una nueva vida.

“Me salí con nuestra ropa nada más, y con mi hijo, caminamos por sie7e kilómetros cuando nos alcanzaron personas en una camioneta, les dijimos que veníamos a consulta médica a la capital y ellos nos sacaron, lo más lejos que pudieron, pero nos dijeron que no regresáramos”, recuerda.

En Chicomuselo, tenía un puesto de hot dogs y hamburguesas, también y trabajaba en un rancho, dejaron todo para empezar una nueva vida aunque no ha sido fácil… dice que mucha gente lo critica porque a veces tiene que pedir apoyo de la población, pero le es muy difícil trabajar y a la vez cuidar a su hijo con discapacidad, le hace como puede para sacarlo adelante.

“A veces me dicen, te doy un trabajo, te pago 200 o 300 pesos el día, pero no me alcanza, porque yo pago de 400 a 500 pesos para que me cuiden a mi hijo, no sale, también ha habido gente amable que me habla para limpiar su terreno, por ejemplo, me dan comida para mi, para mi hijo, se les agradece mucho”, señaló.

Además de cubrir los gastos de la renta, Jorge tiene que comprar pañales, toallitas y protectores de cama para su hijo, cada paquete de pañales le sale alrededor de 140 pesos, al igual que las toallitas, le dura tres días el paquete, ahí es donde se le dificulta, aparte de que su dieta es muy diferente, tiene que comer mucho pescado y pollo para que su organismo pueda digerirlo más fácil.


"Yo me ahorco a veces por tratar de comprarle sus cosas, el hecho de no poder hacer muchas cosas, es una desesperación que me entra por no poder solventar los gastos, o estar como realmente me hubiera gustado estar…sí extraño la tranquilidad que había, y lo bonito del pueblo, pero no me gustaría regresar”, señaló.

Su hijo, también tiene presente el recuerdo de las balaceras a cada rato, incluso dice que una vez se cayó y se raspó en la huida, y que le dio mucho miedo cuando los interceptaron al salir del pueblo, recuerda que antes, la gente de Chicomuselo era muy amable, que la gente era buena, a veces iba al mercado por tomate y regresaba con todo y carne y verduras para la comida, pero agradece a su papá por el esfuerzo que hace a diario, por los dos.

"Gracias a mi señor padre, que dejó lo que sabía hacer, él era el mejor, pero dejó todo por un servidor, y es algo que yo le agradezco, nos faltan muchas cosas por vivir juntos”, señaló.

A Jorge le gustan las luchas y el box, hace cuatro años le dio dengue y pensó que no la iba a librar, pero aquí está, desde ese entonces, decidieron viajar juntos para conocer distintos lugares del país, y aún espera que tengan mucho camino por recorrer, juntos y a salvo de la violencia.

15 visualizaciones

Comments


Banner GOB.jpg
París2024 copy.jpg
Cambio climático 950x125 copy.png
Estar Consiente.jpg
bottom of page