Juan José, ejemplo de superación y pasión por lo que se hace
Tuxtla.- Juan José Reyes es licenciado en intervención educativa, colabora en un centro de desarrollo infantil, donde se encarga del diseño de los programas educativos, brinda atención didáctica, da clases y sesiones de escritura, desde la intervención temprana hasta niveles más avanzados o educación básica, le encanta lo que hace, pues es su manera de poner un granito de arena a la educación y la inclusión.
"Me siento muy satisfecho, muy entusiasmado de haber aportado en este sitio y poder colaborar con este proyecto educativo que es muy bonito y muy desafiante, y que además me permite atender de manera más sistemática las necesidades de las personas con discapacidad”, señaló, ya que en este centro se admiten niños y niñas en general y con necesidades especiales.
Juan lo sabe muy bien, pues está diagnosticado dentro del espectro autista (TEA) y considera que por lo general se les han negado sus derechos y oportunidades laborales, muchas personas con alguna discapacidad no logran la alfabetización, por lo que es todo un reto que buscan atender en cada niño, no solo enfocarse en ellos sino también es más amplio, para hacer un mundo más inclusivo
"Mi mayor sueño es aportar a las personas con autismo y en el futuro mi mayor pasión es abrir un proyecto de Montessori en escuela pública", señaló, dijo sentirse pleno y muy contento de pertenecer a este espacio, poder desarrollarse profesionalmente y encontrar apoyo, sentirse valorado y poder aportarle algo a la sociedad.
Y es que de acuerdo con Edelmira Marín Zenteno, directora municipal de inclusión y cohesión social, anteriormente no había gran apertura para este sector de la población, para poder emplearse y tener un trabajo y un sustento, el año pasado solo se abrieron unas 10 vacantes y pocas empresas las ofertaban, y en una feria de empleo celebrada el mes pasado, había al menos 21 vacantes ofertando trabajos interesantes.
"Antes desafortunadamente los trabajos eran de limpieza, o meseros, y ahorita son recepcionistas, son trabajos de mostrador, ya están dando la oportunidad para que personas con discapacidad puedan integrarse a la fuerza laboral", señaló.
Azul, el centro donde trabaja José, es un proyecto de innovación social que respeta a las diversidades, oferta manifestaciones artísticas y culturales, resaltando la importancia de la inclusión, por lo que son bien recibidas las minorías incluyendo a quienes están dentro del espectro, por ello incluyen a personas con TEA en la plantilla y ofertan además intervenciones en agua o piso para quienes necesiten este apoyo.
Se trata de un espacio autogestivo, un centro para niños regulares y abierto a todas las personas, incluso cuentan con un espacio para personas de la tercera edad en el turno matutino para hacer ejercicios, atender a niños neurotípicos o neurodiversos; con clases de iniciación acuática desde los tres meses hasta los nueve años, estimulación temprana desde 0 meses hasta cuatro años; aquí, Juan José encontró un lugar seguro, donde se ha sentido a gusto y valorado, aportando desde su formación, le da una gran satisfacción lo que hace todos los días.
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