Julio Sánchez, fomentando la lectura en Chiapas
- ALEJANDRA OROZCO
- 4 mar
- 6 Min. de lectura
Tuxtla.- De nueva cuenta nos acompaña en este espacio Julio Sánchez Esquinca, quien ya nos había acompañado con anterioridad, para hablar nuevamente de la lectura, un tema que cuando se trabaja desde la iniciativa privada, a veces se complica, pero con las nuevas políticas públicas que ponen al centro la seguridad, ahora la educación y las letras van a dar esa parte, que Chiapas es rico en ese tema, una tierra de poetas, escritores, ensayistas, premios, vienen temas importantes, partiendo de erradicar el analfabetismo.

“Mi abuelo fue maestro rural, el quería que los maestros, que no tenían materiales, pudieran ir a un centro, yo soy la tercera generación que nos dedicamos a la distribución, venta y promoción de libros, con este espíritu de dar a conocer a la ciudadanía los pormenores de la lectura y escritura, no lo hemos querido institucionalizar, queremos que todo mundo lleve estos proyectos, no sesgarlo, surgen otros temas, como que el chiapaneco lea mínimo cuatro libros al año, es el sueño que queremos lograr, siendo optimistas, pues hoy solo son de dos a tres, hay quien lee un libro al mes, pero es el 0.00 por ciento”, señaló.
Aunque entiende lo complicada que es la parte demográfica, que hay mucha sierra, difícil acceso, las lenguas originarias que traen su propio crecimiento, hay muchas aristas, y eso hace que haya dos libros por persona, cuando antes no llegábamos ni a uno, dijo que sí hemos crecido, pero no a la par que otros estados y el resto del mundo, en el norte leen de siete a ocho libros, pero cuando se mide, México está en los últimos lugares, hay un gran trabajo, es permear en la ciudadanía este tema social, pero también económico, cuando uno lee tiene un desarrollo profesional, eso implica una economía, se puede conocer lugares leyendo, incluso la cultura del audiolibro ha crecido en un 200 por ciento, algunos hasta son narrados por el propio autor.
“Es un tema de varios aristas, te lleva a un tema de auto conocimiento, exploración y paz, vemos luces y que por ahí habrá un tema fundamental que las autoridades están volteando a ver, tenemos 440 bibliotecas, somos el tercer estado que más tiene, después de CDMX y Guadalajara, hace seis meses se presentó un libro en un botanero y estaba abarrotado, nos ha faltado ir a esos espacios y detonar los temas, las bibliotecas del sur se han quedado obsoletas, el tiempo quedó ahí, ha faltado este reencuentro, veía un artículo en Madrid de un gran complejo, una librería pequeña que la propia comunidad rescató porque es su identidad, hace falta permear en las conciencias, ir a estos recintos”, añadió.

Y es que en este concepto, son librerías y papelerías que con el tiempo se han ido amalgamando y tienen su historia, en los 20s y 30s, una familia catalana, los Puig, crearon este concepto, de ahí se desarrolló un sinnúmero, entre ellos su abuelo, autodidacta y zoque, gracias a quien están hoy acá, tenemos 35 librerías, en la capital se centra la mayor parte, 12 de ellas, puras librerías son seis en la capital, que es nada para casi un millón de habitantes, de a cuánto nos toca por librería, no hay acceso a libros, es interesante trabajar en un tema administrativo, por eso están lanzando las cápsulas Chiapas Lee, la idea es invitar a escritores a participar, don Artemio Gallegos, fue un personaje único dibujaba acuarela, era poeta, tocaba guitarra y escribió un libro que habla sobre esas vivencias y cómo permeaba en esa generación, donde la cultura era un tema de estatus, la cofradía del vino, en ese concepto invitar a amigos a las tertulias literarias.
“A nivel internacional se leen de 20 a 30 libros, como los escandinavos o cubanos, la OCDE evalúa la comprensión lectora y las matemáticas, hace años México participó y resulta que estábamos de tres a cuatro libros, hay un abismo complicado, Oaxaca nos lleva años luz en temas culturales, un estado muy arraigado en cuanto a su identidad, en los chiapanecos es complicado, por eso nace la idea de trabajar la lectura, un proceso que hoy por hoy busca erradicar el analfabetismo, bajarlo del 13 al 12 por ciento, una cifra muy alta, quieren bajarlo en un 4 por ciento, que sería salir del rezago, de estar en último lugar, y lo de los cuatro libros abona a motivar a aquellos que no saben leer, que no levantan la mano por pena, o que llevan 20 años sin leer y no pasa nada, motivarlos a la experiencia de las letras a través de motivar a la ciudadanía, y que los que saben leer, leamos y contagiemos esa parte”, señaló.
Su libro favorito, Momo, cumple 50 años, de Michael Ende, también autor de Historia interminable, esta edición salió ilustrada, pues va de la mano el arte con las letras, ese libro lo recomienda mucho, es como una fábula que engancha a los jóvenes, si están en la secundaria tienen que leer La Metamorfosis de Kafka, siempre lo deja un poco loco, o a Benito Taibo con Persona normal, todo lo de Michael Ende, o Luis Antonio Rincón, el mago, un autor que trae un boom infantil y juvenil, la está rompiendo en las mejores editoriales, con premios reconocidos, tiene el juego de Jackson, que también engancha al videojuego y empieza a ver la cultura griega, es lúdico, aprendes y los chavos se motivan, pues ha faltado desde su punto de vista personal permear de una manera dinámica, la lectura va.
“En Argentina, Chile y Colombia hay un desarrollo interesante en cuestión de hábitos, el tema de la lectura, hay un presupuesto que ha gastado el gobierno en campañas que motiven a la gente a leer, muy buenos proyectos, el congreso autora Tu casa, el INEGI en el Molec de 2018, muestra a la fecha que en vez de crecer hemos reducido, el mexicano no tiene tiempo para leer, pero sí para otras cosas, es un proceso cultural pero es de la sociedad, sí está caro el libro, de repente es comprensible, pero cuando ves que el joven tiene un smartphone arriba de 30 mil pesos y cada semana va a pagarlo, es la parte cultural, somos la generación que nos criaron castigándonos con ir a leer”, mencionó.

Recordó que Artemio Gallegos era muy amigo de don Juan Sabines papá, y llegó a sus manos un libro por un intercambio, cuando lo hojeó traía una foto dedicada a la persona a la que le regaló el libro, de ahí empezó a comunicarse y dio con un hijo de don Artemio, son historias de vida, se vuelve este enriquecimiento emocional y eso se proyecta; por otro lado cuando se enteró del libro El Dragón Azul ya lo estaban editando, que habla de trayectoria, poesía, microcuento, de una persona que no es poeta pero es muy sensible, Manolo Hoppenstedt, por lo que trajo algunos ejemplares a El Sie7e, de esta obra, la portada es de un pintor oaxaqueño que apenas falleció este año, tiene temas, también le gusta mucho la plástica. “Ya cumplimos un año, nos reunimos cada fin de mes en algún restaurante, algún día lo haremos en un espacio sin clientes, el primer punto es consumir, café, refresco, el tema es platicar del libro y al final lo intercambiamos, con el compromiso de en la siguiente reunión hablar de ese libro y volverlo a intercambiar, se llama Wine and book, estos lugares solo cobran 100 pesos de descorche, puedes llevar tu botella y te dan bocadillos, son estrategias del turismo gastronómico, a través de la parte cultural, de los libros, del conocimiento, qué gente tan maravillosa he conocido, este jueves tendremos Wine and Book, en la primera reunión éramos tres, así se comienza”, señaló.
Recordó que están ubicados en San Roque, el barrio de las librerías, hoy por hoy de los Morales, creando tema de construcción de ciudadanía, apropiarse del tema, pues en construcción de ciudadanía estamos en pañales, al final y al cabo eso nos lleva a un bien común, sí nos falta mucho en turismo cultural, ahorita que ponen el tema cultural muy importante en este concepto de chiapanequidad, que significa ser chiapaneco, tenemos algo muy rico, ese sincretismo hace que no se vayan perdiendo algunas cosas, sin embargo hay que soltar otras porque debemos hacerlo turístico.
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