La aventura de ser mamá: Adiós vacaciones, hola calma
- ALEJANDRA OROZCO
- hace 2 horas
- 3 Min. de lectura
Las últimas dos semanas, me parecieron eternas con las niñas en casa y un trabajo remoto, fueron días pesados entre juntas en línea, hacer desayuno, comida, mediar pleitos, recoger juguetes, tratar de estar con ellas para que no se sintieran solas y no morir en el intento… fueron mis primeras vacaciones cuidándolas, creo que no lo hice tan mal porque logré que comieran más o menos bien y no solo comieran chucherías, medio jugamos algunos días y traté de sacarlas a dar una vuelta en los momentos libres, pero Dios sabe que ya me hace falta que regresen a la escuela.

Y creo que también a ellas, porque hay demasiado calor y en la escuela tienen aire acondicionado, además, ya extrañan la convivencia con sus amigos y amigas, tener su rutina también les hace bien, mis hijas tienen mucha energía y necesitan actividades físicas, juegos, cansarse y no aburrirse aquí en casa, ya los últimos días, pese a que se estuvieron metiendo a su alberquita y jugando todo el día, incluso ellas admitieron que ya extrañaban a sus compañeros y maestras.
Es una bendición poder cuidarlas, estar con ellas y admiro que la extrañaré, pero ya me están dando miedo desde ahorita las vacaciones de verano, que se van a echar un mes más o menos aquí, y algo tengo que hacer, desde planear actividades hasta buscarles un curso de verano, por salud mental de toda esta familia, pero ese será un problema de la Ale del futuro, como les he venido diciendo.

Si tienen hijos picky como las mías, lo que me sirvió y les puede servir a ustedes -porque acuérdense que esta semana solo tres días tienen clases y otra vez hay puente-, es tenerles fruta que les gusta partida o pelada, es decir a su alcance en el refri, estarles ofreciendo mucha agua por este calor, y para comer estuve mezclando cosas saludables con cosas que les gustan, por ejemplo, pasta y pollito, o picadillo, o carne con papas, la verdad decidí no desgastarme en meterles cosas que sé que no comen, me fui a la segura con las frutas y verduras que sí me aceptan, también hacerles agua fresca para no dar jugos o refrescos, y también relajarme un chorro y dejarlas comer uno que otro dulce, siempre y cuando antes hubieran desayunado o comido bien.
También traté de limitar el tiempo de pantalla y ofrecerles hacer alguna otra actividad, pero cuando tenía junta se me complicaba, por eso también les di mucha libertad de jugar y hacer lo que querían en esos momentos y ya después, conectar con ellas y a levantar juguetes, a limpiar desorden, a cambiar ropa y a poner en orden el desorden, para todo hay tiempo aún en vacaciones.

Me hubiera gustado llevarlas más a pasear o haber hecho algún viaje, pero por lo pronto no se pudo y en vez de eso, las lleve por un helado, a algún bazar o a jugar con su primo, aunque también todo estaba a reventar, precisamente por la temporada vacacional, pero dentro de todo creo que pasaron unas felices vacaciones, descansaron, jugaron, nadaron y ahora, traen las pilas recargadas para el último jalón del ciclo escolar.
Mamás que cuidaron niños en casa: lo logramos, se acabaron las vacaciones sin morir en el intento, es una gran labor cuidar aún cuando una está cansada y no quiere más que descansar, porque ni un solo día me pude levantar después de las 9 de la mañana aún en fin de semana, pero así son las vacaciones, un arma de doble filo, un mal necesario, por así decirlo… ahora, a preparar las pijamas, sombreros y peinados locos, que se reanudan las labores nada más y nada menos que con la semana de Día del Niño.
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