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ALEJANDRA OROZCO

La aventura de ser mamá: La alimentación a los 18 meses

Tuxtla.- Desde que Elisa inició con la alimentación complementaria a los seis meses, le ha gustado casi todo lo que le hemos dado: le encantaba el plátano, el aguacate, las papillas de pollo con verduras, y algunas cosas no han cambiado.



Sí hemos tenido rachas en las que no come muy bien, sobre todo con la dentición, que le quitaba el apetito y solo soportaba cosas licuadas, lo frío le encanta y en esos momentos le ayudaba mucho, pero ahora estamos en una etapa sorprendente en la que come muchísimo.


Me costó bastante, pero logré que no comiera sal ni azúcar hasta el año de edad, una vez cumplido empezamos a darle probadas, aunque afortunadamente come bastante balanceado y le encantan las frutas y verduras, por lo que no me preocupa mucho que se coma un dulce de vez en cuando.


Todos los días le doy papaya en el desayuno, porque heredó mi hermoso sistema digestivo y si no es así, se estriñe, también le doy huevo, o sopa de gato (chilaquiles bien aguaditos, pues), hot cakes de avena, calabacitas a la mexicana, quesadillas, enfrijoladas... le voy variando, pero come bastante bien.


En la comida, es fan de la sopa de fideos, a veces le echo pollo o verduras y le fascina, también le gusta la pasta, la carne asada en trocitos pequeños, el picadillo; hay veces que comemos de fuera y también le ha tocado, ya sea comer un taquito, o papas fritas (le encantan), pero siempre trato de hacer un balance.


Para la cena, casi siempre es alguna fruta (las uvas son sus favoritas), un plátano, o una manzana, a veces también le ofrezco crema de cacahuate sin azúcar como topping, o Danonino, y últimamente le gustan los sándwiches en rollito que le hace su papá.

Elisa come de todo, en serio de todo: hasta los dulces aciditos le gustan, le encanta el limón, y su snack favorito es el tomate con limón y sal; si bien empecé a investigar sobre nutrición enå© niños y tenía en mente una dieta mucho más rigurosa, me empecé a ubicar en mi realidad y decidí darle una alimentación sana y balanceada, pero sin rayar en lo exagerado.


Por ejemplo, casi siempre come de lo mismo que nosotros, ya no le cocino por aparte, o sea que uso sal y aceite normales, sin caer en los excesos, algunas cosas sí las prefiero bajas en azúcar como la crema de cacahuate, pero de ahí trato de ser lo más natural posible, por ejemplo con las frutas, verduras y demás.


Lo que también le encanta es el Gerber, que trato de ofrecer solo en casos de emergencia y no abusar de su consumo, porque ahora ya vienen sin sales ni azúcares añadidos pero de todos modos sigue siendo comida procesada y ya saben, todo en exceso es malo.


Antes le compraba un cereal especial súper orgánico, solo le cocinaba con leche materna, solo usaba aceite de oliva, pero tampoco la puedo tener en una burbuja, porque nuestra dieta familiar es variada y no en todos lados puedo vigilar con qué le cocinan su comida, el resultado ha sido una niña que come muy bien, sano y balanceado, que ya subió de peso (porque estaba un poco baja) y que disfruta mucho la hora de comer.


Cuando vamos a alguna fiesta, obvio come una probada de pastel o se come una paleta, las papitas también le gustan mucho, pero esto sucede muy esporádicamente y lo compensa con su consumo de frutas o verduras, lo bueno es que no es melindrosa ni exige las golosinas, pero bien que le entra cuando le ofrecemos probaditas.


De hecho, le gustan más las cosas saladas, las dulces le empalagan rápido, y tiene como tres semanas que come mayores cantidades, los doctores dicen que ningún niño come sin hambre o se niega a comer con capricho, ellos son muy buenos regulando su hambre y comerán hasta satisfacer sus necesidades, por eso si me pide más huevo, fruta o verdura, le doy más con gusto, no tanto así con la comida chatarra, es ahí donde nos toca hacer el balance como papás y establecer los límites.


Además, es de herencia: su papá y yo somos de muy buen diente, así que estamos muy orgullosos del pequeño monstruo que estamos creando, nos encanta verla bailar cuando disfruta alguna comida, y saborearla al punto de lamer el plato cuando acaba, solo queremos que mantenga buenos hábitos y crezca saludable.


Yo, por otro lado, estoy aprovechando que no he subido de peso para comer sin preocuparme, tratando de incluir opciones más saludables como hojas verdes y verduras porque también salí baja en hierro, Renata se mueve cada vez más y este fin de semana iremos a hacernos el ultrasonido estructural para ver que todo vaya de maravilla.

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