La Columna: Ausencia de autoridades
Vaya que si es evidente que, cuando alguien de algún deorte se queja en redes sociales, es porque algún tema le está afectando y en el basquetbol es el pan de cada día, un deporte sin ley, sin reglamentos y sin organismos que se encarguen de regular la actividad en la que ha derivado esta disciplina. Si se pensaba que desde 2006 ya no podía caer más bajo nuestro deporte ráfaga, pues mire que estamos viviendo tiempos bastante raros de nuevo.
El año arranca con un evento nacional, pero resulta pues que tiene el nombre de evento nacional y asisten “representativos estatales”; sin embargo, solo por considerar un proceso que es vital y que debe poner a los mejores en esta clase de eventos, pero todo el mundo sabe que dicho proceso no cumple con lo mínimo y así hay que participar en un nacional. Organizar un evento de esta característica no debe ser complejo, porque se trata de ir a tocar puertas, conseguir recursos, solicitar espacios y uno que otro detalle más; sin embargo, ¿del nivel de un evento nacional qué?
Pues si, en el currículum aparecerá y con palabras rimbombantes, como el de “hacer sinergia” para la realización de eventos, sin procesos y sin contar con un auspicio de un organismo nacional, o díganme con toda sinceridad ¿de qué organismo nacional depende ACHIBA?, para ir entendiendo un poco, porque después aparecen campeones nacionales, equipos con actuaciones sobresalientes, pero en eventos que no tienen mucho que ofrecer.
No es que pretendamos culpar aquí a CUBCH, ACHIBA o a ADEMEBA (aunque estos últimos son quizá los causantes de toda la problemática), se trata de la ausencia de una autoridad absoluta, al existir tres organismos y dos que hacen “sinergia”, otro que busca la “reingeniería”, ahí nos vamos perdiendo el tiempo con estructuras que no tienen objetivos deportivos específicos, más que el de organizar eventos al por mayor, en el caso de ADEMEBA, disfrazar hasta concentraciones de selecciones nacionales en algunos municipios, en los que todo lo proporciona el municipio, hasta los uniformes que se usan se consiguen con uno que otro “amigo” y a partir de ahí, figurar, ¿en qué ha beneficiado el basquetbol chiapaneco esas concentraciones?, qué vean a jugadores, dirán, pero de no ser un garbanzo de a libra, cuénten cómo es que esperan que descubran algo que no han podido descubrir los “ademebos” que viven en Chiapas, que ven los eventos, pero que no saben cómo dar seguimiento a sus prospectos.
Ya de los valores que debería verter el basquetbol en sus practicantes, podemos hablar nuevo, pero de que en la actualidad ningún organismo está dirigido con coherencia por lo menos, eso ya es otro cantar y cuando hablamos de coherencia es la de cumplir con el objetivo de ser dirigente, basta de fotos y blof, hay que trabajar de verdad.
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