La Columna: Buenos deseos
No cabe duda que, en deportes para Chiapas, el 2023 debe ser un año importante, porque uno escucha que la prioridad es la infraestructura para el desarrollo, pero de poco sirve que se anuncie lo que ya se construyó, si únicamente es producto de momentos, buenas intenciones sin fundamento y base que pueda proyectar de mejor forma lo que se invierte; es decir, si lo que se anunció como proyecto estrella de la infraestructura deportiva que surge este sexenio hasta el momento, pues es respuesta a un hecho en particular.
La edificación del Gimnasio Aremy Fuentes Zavala en Tonalá, es producto de la medalla que logró la oriunda de Tonalá en Tokio 2022, es menos decir que, si no se hubiera subido al pódium, ese gimnasio no existiría a pesar de que, quitando esa medalla, lo conseguido hasta el momento por la atleta, está por encima de cualquier logro que haya conseguido cualquiera antes, incluida la multimedallista que dirige el Indeporte y por mucho.
Pero es lo que se anuncia y se hace con bombo y platillo, pero hay que decir que es una consecuencia, no una proyección; después, se acompaña de la remodelación de un auditorio y un audiovisual, que está bien como parte de las mejores que debe tener el Indeporte, pero es necesario decir que eso no va a impactar en el deporte y los deportistas. Sí, ponen más bonitos un par de escenarios que se han quedado vetustos, pero como para anunciarlo como inversión en infraestructura, del Indeporte y su estética sí, para el deporte en general que es lo importante, nada.
Y si vamos revisando, las obras de escenarios deportivos que se han inaugurado en lo que va del sexenio en varios municipios, basta con ir a revisar y en la mayoría de ellos, no aparece la directora del Indeporte y que bueno porque es una herramienta menos para andar vendiendo humo.
En fin que el 2023 debería ser el mejor año para deporte chiapaneco, dejando atrás que se pensaba en tener un par de disciplinas como sub sede del nacional en CONADE, pero al final no hubo manera. Es evidente que desde la oficina principal del gobierno no existe la confiabilidad tras cuatro años en los que evitaron a toda costa cualquier daño desde esa oficina, pero tampoco han tenido mucha expectativa y eso se nota con la reducción presupuestal cada año.
A ver si en el desarrollo del año, en esa dependencia consiguen algo que de verdad sea un proyecto sustentable porque cuatro años después, no existió nunca una arista que se inclinara hacia un objetivo en común, hemos navegado a la deriva con bomberazos y situaciones que no han dejado absolutamente nada para recordar en los cuatro años que van del sexenio.
Comments