La Columna: Cada vez menos posibilidad
No hacen más que compararse con lo que pueden, pero saben que no tienen mínima referencia de lo real. El sexenio del 2000 al 2006 debe ser el que más maldigan quienes han llegado al Indeporte o Secretaría de Juventud, Recreación y Deporte, pues por más que se buscan fórmulas, nombres y otras tantas, no ha existido un proyecto que se acerque a la cantidad de avance deportivo que se consiguió desde una oficina que operaba con menos gente de la que tienen actualmente y de presupuesto ya ni hablamos.
Imaginen que 24 años después, con todo lo que se avanza en materia deportiva, en ciencia aplicada al deporte y tantos estados que sí le han dado a la tecla, en Chiapas no se ha podido, no hay forma porque los argumentos de quienes buscan ese puesto siempre es hablando de cómo los anteriores buscaban fines políticos. El tema es que, cuando llegan después terminan en lo mismo, como sucedió con Tania Robles, por ejemplo.
Después de aquel 2006, el Indeporte tuvo cuatro directores, arrancando con el tema de equidad que tuvo 10 meses en el que se quedó en evidencia las viejas prácticas de los dirigentes políticos, aquella camioneta con el moño que recuerda todo el mundo; después, Jorge Cuesy lo intentó, pero desafortunadamente no pudo concluir; hay quien habla bien de aquel tiempo, pero tuvo también sus tintes políticos; después, dos priistas de cepa tomaron esa silla sin rumbo, también pensando en una curul.
Ya hemos afirmado que la transición de Instituto a Secretaría fue nefasto, porque amplió una nómina de la que hoy, como instituto de nuevo, no hay manera de corregir. AL menos Carlos Penagos nunca negó que sus aspiraciones, como un buen gestor, era político y del resto, poco de mucho y al final nada.
A la espera de que la próxima etapa de esta dependencia consiga borrar un poco todo lo mal que se ha hecho en los últimos seis, los peores que se han tenido, dicen muchos y que se han encargado de comprobar quienes han estado en esa silla.
Y sí, el 2000 al 2006 ha sido una referencia cada vez más difícil de alcanzar, porque no se trata de comparar, si quieren, con las intenciones bastan y actualmente no existe algún indicio de que alguien, como se llame y del color que sea, pueda tener un proyecto que despierte esperanzas entre los deportistas.
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