La Columna: ¿Cuánto pesa la medalla?
La dirigencia del Indeporte se ha cansado de reconocer que, “todos los días se despertaba con el sueño de representar a México en unos Juegos Olímpicos”, sueño que no se consiguió y sin necesidad de juzgar si fue un tema de nivel, de burocracia o qué sé yo, es un sueño frustrado.
Quizá aquel momento en el que se puede subir a un pódium en la máxima justa del orbe y recibir una presea, que normalmente lleva una gran dosis de historia particular desde su creación, depende de la sede, del país y sus tradiciones.
Puede ser que cada presea tenga un peso diferente, es decir, quizá el sueño de Tania pudo tener determinado color, peso, material, pero eso no lo sobremos porque no se materializó; es decir, es complejo que pueda saber lo que pesa una medalla olímpica y tuvo que ser como dirigente, cuando se enteró lo que pesa una medalla ganada en unos Juegos Olímpicos.
Sí, Tania Robles ya sabe lo que pesa una medalla de bronce, la de Tokio. Fue muy sencillo que lo reconociera porque bastaron un par de comentarios para que alguien levantara el teléfono y le volviera a poner la agenda. Después de evidenciar que no le alcanza para ver con claridad sus prioridades. Lo peor fue su respuesta porque, definitivamente, en ese escenario no le alcanzaron ni los bost, ni los empleados disfrazados en Facebook que aplauden a mansalva hasta lo que no y todo porque en otros ámbitos tienen todo, menos credibilidad.
Por si seguía siendo una ilusión, Aremi Fuentes le cumplió a Tania Robles su sueño de saber lo que pesa una medalla olímpica y lo que, sin duda, puede pesar un entorno tan viciado con asesores y bots que le están vendiendo un sueño, éste diferente y que ve al alcance, pero que de nuevo va a tener que ver más con su desempeño, como cuando quería ir a unos olímpicos, que de rebote y con lo que la colocó donde está.
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