La Columna: Del América y otras cosas

Con el tricampeonato del América, no falta la referencia inmediata a su acérrimo rival. De la nueva hazaña en Coapa, siempre habrá una comparación con el rival histórico, con su antagónico y eso también puede ser considerado una señal de grandeza en ambos casos; únicamente que uno está viviendo una época brillante para las Águilas, mientras su clásico rival vive en una transición que parece eterna.

América suma ya 16 títulos en la máxima categoría, enfocado en ganarse los adjetivos en la cancha, porque no hay que olvidar que en algún tiempo, con tal de superar a su antagónico, se sumaba títulos amateurs para que se consideraran en su palmarés profesional; sin embargo, le faltaron unos pocos años, unos tantos torneos, para conseguir en la cancha, lo que buscaba pelear en el escritorio de la Federación Mexicana de Futbol.

Es el más ganador y con ello acompaña su grandeza, nadie nunca ha dudado que América es el que más títulos ostenta en nuestros días. Los títulos son necesarios para estar en el limbo del futbol, en el sitio de los envidiados.

América encontró la fórmula, ya lo dijimos en otras ocasiones, ya se ha mencionado que la posibilidad de invertir en el equipo y poder conseguir refuerzos extranjeros de nivel, le permite construir de inmediato lo que se destruye en un torneo “malo” y estar de vuelta pronto; en esta ocasión, tras dos grandes torneos, América exhibió que ya tiene también una fórmula para reconstruirse ganando, con lo básico y cuando arriba a las instancias importantes, sale su futbol, la estrategia y a eso también hay que añadirle, un entrenador que tiene la piel gruesa, que tener muy pocos exabruptos mediáticos y que se enfoca en tener todos los detalles controlados en su plantilla. No hay jerarquías que estén por encima de los objetivos del equipo. Nadie lo dice, pero Jardiné tiene tres torneos dirigiendo al América y tres títulos de liga.

Pero de tantas buenas líneas sobre el América y su presente, resulta evidente que su acérrimo rival tiene algo con lo que América no puede competir, a pesar de haberle superado en títulos, que una de las referencias principales del tricampeón sea su antagónico, habla que no hay título que consiga paliar en América lo que no puede tener y que a su gran rival le sobra… y eso es bastante revelador.