La Columna: Es que no hay comparación

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Cuando uno ve combates como el del fin de semana en peso Welter, con Terence Crawford dando una exhibición ante un Spencer Errol que es también uno de los pugilistas importantes de nuestro tiempo, no queda más que añorar un combate de esa magnitud en México y con Saúl Álvarez como protagonista. Tiene muchos combates ya que el mexicano no noquea a un peleador importante, rankeado. Que no demuestra que su gran boxeo, puedo con lo que sea.

Es evidente que todo el mundo habla de la actualidad del boxeo, de cómo se van protegiendo carreras, se logran marcas importantes de victorias sin derrota y se va construyendo un imperio en el mundo del box, lo han realizado, por ejemplo, Floyd Mayweather jr, que sin ser espectacular, ha combatido con los importantes de su era y encima, es uno de los dos boxeadores que ha puesto derrota en el standing de Álvarez en su carrera, a partir de ahí, el estadounidense no tiene derrotas y mire que tendrá resultados polémicos, pero nunca se ha cerrado a combatir con los mejores.

En el tema de Álvarez, fabricar campeones para enfrentarlos después, a sabiendas que no tienen el nivel y encima, llevarlos hasta la ruta más larga en una pelea, no hace más que añorar un nocaut ante un peleador de prestigio.

Pelear de nuevo con GGG no es tratar de convencer a nadie, el kasajo sabe que sería su último gran cheque y Álvarez volver a derrotarlo para “terminar” con la polémica de aquella pelea en la que, dicen muchos, debió perder. Después apareció Bivol y lo puso en su sitio.

No hay secretos en el boxeo, cada uno enfoca su trayectoria en lo que quiere; por ejemplo, todo el mundo pone a Crawford, tras el triunfo contundente del sábado, como el mejor libra por libra del mundo; sin embargo, con Saúl Álvarez todo el mundo señala la buena forma en la que se ha obtenido una fortuna con una trayectoria “limpia”, pero cuando se trata de ponerlo en un sitio histórico dentro del boxeo mexicano, no aparecerá en los primeros tres.